La 84 edición del Salón del Automóvil de Ginebra ha desvelado la mayor parte de las armas comerciales de la industria del automóvil para este año con un centenar y medio de novedades y con la mirada puesta en la competición, un signo más de que la crisis está siendo superada.
El catálogo de nuevos productos se ha ido desgranando en las últimas semanas. Se han visto cosas nuevas en los pequeños espacios reservados a los diseñadores y carroceros exclusivos, con deportivos de formas exageradas que pertenecen a un reducidísimo mercado de alta capacidad adquisitiva.
Notorios en la noche de Volkswagen fueron el concepto VisionC de Skoda, que avanza nuevos códigos de diseño para la marca checa, el Volkswagen T-ROC, un SUV derivado del formato Golf con el que la marca tantea la opinión de periodistas y visitantes para llevarlo a la producción en serie.
En la zona estridente, Bugatti ha presentado una nueva edición del Veyron, en carbono marrón, del que solo se fabricarán 3 unidades, ya vendidas, y Lamborghini el deportivo con el que hará su gran volumen de ventas, el Huracán, que como es tradición en la marca toma el hombre de un toro, en esta ocasión un indultado que vivió en tierras de Alicante en el siglo XIX.