El teléfono de emergencia 110, de la Policía Nacional Civil, no deja de sonar. En un país como Guatemala, en el que la inseguridad afecta a gran parte de la población, los servicios resultan insuficientes y las quejas por la lentitud y mala respuesta de la PNC son constantes. Llamar al 110 es iniciar una larga odisea en busca de atención pues, recibida la denuncia, la Policía se encuentra con el inconveniente de no tener suficiente gasolina para las patrullas y que las pocas unidades disponibles estén ya en otra emergencia.
Sin embargo, la misma población hace un uso incorrecto de este servicio. De todas las llamadas que se atienden diariamente, un buen número son juegos de niños, bromas a los operadores o insultos al personal. Durante el día es cuando más llamadas falsas ingresan.
De acuerdo con sus propias estadísticas, el 80% de las 112 mil llamadas que a diario se reciben no son urgentes y la Policía ha comenzado a identificar los números que llaman con más frecuencia para molestar, quitándole prioridad a lo que sí podría ser una emergencia.
En una visita que Soy502 realizó a esa unidad, fue posible comprobar el mal uso que algunos ciudadanos dan a la línea; niños riendo, familiares de los operadores utilizando el número para llamadas personales, entre otros. En la nota, se puede escuchar el audio real de varias llamadas que se atienden a diario.
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Unos 40 operadores por turno, se encargan de atender las llamadas y canalizar la información para buscar la unidad de Policía más cercana.
La operadora pregunta ¿Cuál es su emergencia? y las respuestas son asombrosas: piden pizza, dan direcciones falsas, fingen estar en peligro y en los casos más extremos, el contenido del mensaje es erótico.
Esto, distrae y demora la atención para lo que sí es real y se vive a diario en el 110: casos de violencia intrafamiliar, robos y homicidios, asegura el sub jefe Hugo Velásquez.
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