¿Te graduaste o conoces a alguien que se graduó este año de nivel medio? Son miles los estudiantes que este año se graduaron en alguna de las muchas carreras que ofrece el sistema educativo nacional. Por estos lugares del lago Atitlán muchos se graduaron como Maestros o Peritos Contadores. En menor cantidad se graduaron en algún Bachillerato o Secretariado Bilingüe.
Muchos de los recién graduados ya están preparando sus papeles para salir a pedir trabajo. Eso está bien, porque de algún modo tienen que empezar a rentabilizar la “inversión” hecha en su formación. No es raro que estén buscando trabajo en dónde sea y de lo que sea, ya que hay muy pocas oportunidades de empleo disponibles. Sus posibilidades disminuyen más porque tienen que competir con los graduados de años anteriores que no tienen empleo. Este es el mismo problema de todos los años.
Supongo que si eres maestro, contador o secretaria, deberías buscar un trabajo relacionado con tu carrera, porque es en lo que te especializaste. Entiendo que no hay suficientes ofertas de empleo y por eso hay que empezar con lo que sea, pero hay jóvenes que siguen en lo que sea y ganando lo que sea después de cinco, siete o más años; ahí considero que sí hubo un problema en la selección de la carrera.
Aquí la mayoría no se puede dar el lujo de escoger la carrera que más le gusta porque hay pocas, ni el colegio que considere mejor porque no los hay. Los establecimientos educativos que imparten carreras en su mayoría apenas subsisten, los catedráticos también ganan muy poco. Un director de un establecimiento con nivel básico y diversificado una vez me dijo que no podía exigir nada a sus catedráticos porque se enojan y dejan tirado el trabajo, porque lo que ganan es poco.
El verdadero reto para los nuevos profesionales es cuando buscan un empleo. Algunos encuentran alguna oportunidad en su pueblo o en algún pueblo vecino, otros van a Guate o Xela a buscar alguno que por lo menos les permita pagar su comida, la habitación, los pasajes y alguito más para la ropa. Otros se quedan en su pueblo sin hacer nada.
A muchos, al parecer, lo que aprendieron en el diversificado no les ayuda casi en nada en la vida real, o no tienen dónde ponerlo en práctica. Ejercer un trabajo diferente a la carrera en que se haya graduado no es malo; lo que creo que es malo es haber mal gastado recursos en esos dos o tres años de estudios. Imagínense haber “invertido” alrededor de mil quetzales al mes, sumados en tres años son treinta mil quetzales, considerando que se estudia diez meses por año. ¡Esta cantidad es suficiente para empezar con un pequeño negocio!
Conozco a un patojo que se graduó de bachiller en computación en Xela a sus 17 años. Lo que aprendió en esos dos años le permitió encontrar un trabajo que le pagaba muy poco. Estuvo un año en la universidad pero su situación económica seguía sin mejorar. Alguien le aconsejó que estudiara cursos que le permitiera mejorar inmediatamente sus ingresos. Encontró en Xela un centro que imparte Diplomados en varias especialidades. Él se interesó en uno para reparar computadoras; viajaba solamente los martes para recibir los cursos. Después de cuatro semanas puso un pequeño negocio de reparación de computadoras. Empezó a ganar más que antes. Siguió especializándose en otro diplomados, todos relacionados con la tecnología. Ahora es dueño de un café internet que además vende accesorios y suministros para computadoras, instala internet a domicilio, repara y configura computadoras, elabora anuncios para televisión y radio. Le va muy bien y apenas tiene 22 años.
Considero que mucho de lo que nos enseñan en la escuela no nos sirve y que lo que sí nos sirve lo podemos aprender en poco tiempo y nos puede hacer más productivos. ¡Debemos preparar patojos chispudos!