El vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, llegará este viernes a Guatemala para discutir con tres gobiernos de Centroamérica sobre el éxodo masivo de niños que emigran sin documentos hacia Estados Unidos, y que plantea un dilema a las autoridades norteamericanas.
A la cita acudirán los presidentes de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén. El presidente de Honduras no estará aunque enviará un alto representante, informó la Casa Blanca.
Biden permanecerá pocas horas en Guatemala, en el cierre de una gira que inició el lunes en Brasil y continuó luego en Colombia y República Dominicana.
Las autoridades estadounidenses se encuentran en alerta ante el incremento del flujo de menores que llegan a su territorio sin compañía de adultos, procedentes de los tres países.
Una fuente de la Casa Blanca dijo el domingo que durante su visita Biden insitirá en que "la inmigración ilegal no es segura, que poner niños en manos de organizaciones de tráfico de personas no es seguro. Y dejará claro que los niños recién llegados no estarán amparados por la legislación migratoria".
El presidente Barack Obama ha calificado la situación como una crisis humanitaria.
De acuerdo con el presidente guatemalteco, en la actualidad hay unos 1 mil 550 niños migrantes de su país en albergues en los estados de Texas y Arizona.
A su vez, Honduras anunció este miércoles que se prepara para recibir unos 13 mil menores indocumentados detenidos en Estados Unidos y México.
Migración por reunificación familiar
El canciller guatemalteco, Fernando Carrera, admitió que se ha producido "una explosión" en la migración de menores en los últimos nueve meses.
Anteriormente, la migración "no era un problema porque la tendencia se mantuvo por una década" y cada año eran retornados entre 500 y 600 menores, aseveró.
"Es difícil llamarlo un desastre humanitario porque no está sucediendo por una situación de crisis particular que provoque un flujo migratorio enorme, por una guerra o un cataclismo natural o crisis económica severa", afirmó.
"La realidad es que se trata de un movimiento masivo de reunificación familiar, con sus padres, con su mamá, con sus abuelos, en algunos casos con algunos otros familiares", aseguró el jefe diplomático, quien descartó que los niños emigren en busca de trabajo.
No obstante, la no gubernamental Oficina de Washington para América Latina alertó que la amenaza de violencia que enfrentan los jóvenes, presionados para entrar a las pandillas que actúan en los tres países, es un factor que los impulsa a emigrar.
Guatemala insistirá en TPS
El presidente Pérez adelantó que aprovechará a reiterar durante la visita de Biden la solicitud para "que a los guatemaltecos que están allá (Estados Unidos) desde antes del 2011 les pueda ser otorgado" el TPS, una autorización temporal de permanencia que Estados Unidos concedió a emigrantes de Honduras y El Salvador.
"El TPS debe de decir: de esta fecha para atrás todas las personas pueden tener esperanzas de legalizar su situación y el que se va en este momento no tiene ninguna posibilidad de obtener beneficios migratorios", puntualizó Carrera.
La Organización Internacional para las Migraciones estima que en Estados Unidos residen 1,2 millones de guatemaltecos, de los cuales más del 60% carece de documentos.
En 2013 un total de 50 mil 221 guatemaltecos fueron deportados desde Estados Unidos, 23% más que el año anterior, según la estatal Dirección General de Migración de Guatemala.