La empresa Medicorp firmó un contrato para recolectar la ropa sucia del Hospital Roosevelt por 89 mil quetzales, por el mismo monto fue contratada para lavarla y por otro para plancharla, y luego le pagaron la misma cantidad para darle mantenimiento al equipo de lavandería. En un día, recibió 359 mil quetzales.
Esto sucede a diario en el Ministerio de Salud con medicamentos, insumos y servicios que son adquiridos a través de compras directas, modalidad que ha sido recurrente durante los primeros 40 días en esta cartera donde se han realizado 1 mil 183 compras directas, que suman más de 69 millones de quetzales.
Pese a que el presidente Jimmy Morales descartó decretar Estado de Calamidad en el Sistema de Salud para evitar señalamientos por compras directas y que prevaleciera la transparencia, el Ministerio de Salud ha hecho todo lo contrario y compra como si se hubiese decretado un estado de emergencia.
La Ley de Compras y Contrataciones del Estado establece que el monto máximo para realizar una compra directa es de 90 mil quetzales. Más allá de esta cifra, la institución deberá realizar un proceso de cotización o de licitación. Ninguna de las más de 1 mil 100 compras hechas por Salud superan los 90 mil.
Esto significa que la cartera de Salud ha fragmentado todas las compras a pocos proveedores, como sucede con la empresa Compañía Fitosanitarios y Servicios Afines, S.A., que facturó del 27 de enero al 24 de febrero, 733 mil 900 quetzales, por proveer insecticidas y plaguicidas al Ministerio de Salud.
De la misma forma con la empresa Organización Química y Médica, S.A., la cual facturó 265 mil 114 quetzales en cuatro días, en tres compras diferentes, por un mismo producto: Temephos, que se utiliza para matar larvas de zancudos.
“No podemos esperar”
Consultado al respecto, el ministro de Salud, Alfonso Cabrera, reconoció que la cartera que dirige ha realizado solo compras directas bajo el argumento que “no puede esperar” un proceso de licitación que le tomaría varios meses.
Pero justifica que ha fortalecido la unidad de Logística del Ministerio de Salud, para mejorar la calidad de las compras. “Son ellos los que deben conocer diariamente las necesidades de cada hospital para que los recursos se usen con calidad”, agregó.
Cabrera aseguró que las compras directas continuarán hasta que el Ministerio de Finanzas de nuevas directrices sobre la “subasta inversa”, que es una nueva modalidad de adquisiciones que se aprobó con las reformas a la Ley de Contrataciones.
Contradicciones
Para Manfredo Marroquín, director de Acción Ciudadana, esto no es nuevo ya que ha sido una práctica habitual en cada Gobierno y en cada institución pública, con el único fin de acelerar las adquisiciones, pero también para beneficiar a terceros.
Marroquín señala que esta práctica contradice lo dicho por el presidente Jimmy Morales ya que evitó decretar un Estado de Calamidad en el sistema de Salud Pública “como un acto de supuesta transparencia”.
“La fiscalización en un estado de calamidad se dificulta, pero al usar la modalidad de compra directa, que es válida para urgencias, también se complica. Cuesta entender la lógica del Gobierno”, concluye Marroquín.