Las oportunidades no siempre llegan a nuestra puerta. A veces hay que buscarlas y luchar por ellas. Así es la historia de Irán Cruz, un destacado administrador de empresas que soñaba cambiar el ciclo en su familia.
Su infancia fue complicada, ya que lo único que aspiraba era a terminar la primaria y ayudar a su padre en el campo. Pero cuando tenía 12 años, tomó una de las decisiones más complicadas para un niño: dejar su aldea Santo Domingo de los Ocotes, en El Progreso, para terminar la primaria en la capital.
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“Me vine a vivir con una hermana. Por las mañanas trabajaba sacando copias y atendiendo en una librería en la zona 1 y por las tardes iba a la escuela. Así llegué a estudiar también los básicos, pero soñaba más”, relata mientras recuerda esos dorados tiempos.
Cuando estaba por terminar los básicos, Irán supo que el Colegio Americano daría becas para bachillerato, por lo que decidió aplicar para obtener una de ellas. “Eran 25 becas y aplicamos más mil personas”, resalta.
- OPORTUNIDADES...
Afortunadamente, la obtuvo. Así fue como continuó con sus estudios, aunque también tuvo un choque al notar el nivel socioeconómico de sus nuevos compañeros, al cual no estaba acostumbrado.
“El primer día de clases el profesor me preguntó: 'Are you happy?' y no sabía qué responder. Cuesta entender esos dos mundos, yo no sabía nada de inglés”, detalla.
Al terminar el diversificado, Irán quería seguir la universidad, pero no tenía los recursos ni el trabajo para costear sus estudios. Quería aplicar a un beca en la Universidad Francisco Marroquín, pero la única forma de obtenerla era ser trabajador de esa casa de estudios, según recuerda.
- EJEMPLOS...
“Entré a trabajar como cobrador de estacionamientos de la universidad. Ahí hacían descuentos a los trabajadores para que pudieran estudiar. Pasé un año así y luego me hice los exámenes de admisión y los gané”, detalla.
Sin embargo, en la universidad se supo la historia de Irán; así que en diciembre de 2001 le ofrecieron ingresar al programa Impulso al Talento Académico, el cual le daba una beca completa de estudios a cambio de que dejara de trabajar para dedicarse completamente a la carrera de Administración de Empresas.
“No fue fácil porque hay muchas personas que aspiran a una beca como esta. Esa fue una de las mejores experiencias de mi vida. Ya estudiando, pude viajar a Nueva York y luego obtuve otra beca para estudiar una Maestría en Administración de Empresas con especialidad en Consultoría Empresarial”, describe.
Tras culminar sus estudios, Irán Cruz ha laborado en varias empresas en las que se ha destacado por su talento y su dedicación.
“Lo que he logrado ahora es un ejemplo para las nuevas generaciones de mi familia. Vieron que la educación abre muchas puertas y algunos familiares ya están cursando la universidad, es el mejor legado que le puedo dejar a mi familia”, manifiesta.
“No hay que buscar excusas para lograr tus metas. La pobreza y tu entorno no son obstáculos para conseguir tus sueños”, puntualiza.