Entre los invitados internacionales al cambio de Gobierno se encuentra el vicepresidente de EE.UU., Joseph Biden, quien será el primer funcionario de su rango que acude a la juramentación de un presidente guatemalteco.
En menos de un año, este es el segundo viaje de Biden al país y, anecdóticamente, conocerá a tres mandatarios en menos de doce meses: Otto Pérez Molina, Alejandro Maldonado y Jimmy Morales.
No obstante, la visita de Biden no es casual, sino fruto de una estrategia de cara a la situación de Guatemala como con la región centroamericana del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador y Honduras).
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"EE.UU. es un país que no tiene amigos y esto refleja el interés creciente que tiene Washington en la región", dijo el analista político de Asies, José Carlos Sanabria.
El interés de los EE.UU. por fortalecer la relación con Centroamérica, data de la crisis de los niños migrantes, que generó la mayor crisis humanitaria en la región en las últimas dos décadas en 2014. A partir de entonces, Centroamérica pasa a convertirse en una de las cinco prioridades de política exterior de los EE.UU. y no desaprovecha oportunidad para enfatizar sus objetivos en la región:
1) Combate al crimen organizado
EE.UU. apuesta por estrategias frontales para acabar con el crimen organizado internacional y el narcotráfico. La presencia de mafias transnacionales que operan en Centroamérica, en conjunto con organizaciones criminales en Sudamérica y México, atenta contra la seguridad nacional estadounidense.
2) Lucha contra la corrupción
El Embajador Todd Robinson ha expresado en múltiples oportunidades que Guatemala sufre por el mal uso de los recursos públicos y el enriquecimiento ilícito de políticos y empresarios que hacen negocios personales con el dinero de los contribuyentes guatemaltecos. El gobierno norteamericano ha demostrado su voluntad de apoyar los esfuerzos del Ministerio Público y de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG), para combatir la corrupción.
3) Nuevas reglas
Biden también tuvo contacto personal con el ex presidente Pérez Molina, para indicarle el interés de EE.UU. en combatir los dos problemas anteriores. En esta oportunidad, el Departamento de Estado y la Casa Blanca recurren nuevamente a un funcionario del más alto nivel (por encima de él sólo está Barak Obama), para indicarle al nuevo presidente de Guatemala que la forma de hacer política en Guatemala, debe cambiar.
4) Analizar de cerca al nuevo presidente
Después de un año convulso para la política del país, hay mucha expectativa que recae sobre los hombros de Jimmy Morales.
Su visita es una forma de medir directamente el potencial del futuro presidente y establecer directamente un contacto que se perpetúe a lo largo de los meses.
4) Deportaciones masivas
Su visita es más que oportuna, ya que además coincide con las deportaciones masivas y anunciadas por el gobierno de EE.UU. con respecto a los migrantes con órdenes de salida, en su mayoría centroamericanos.
En el caso de Guatemala ya han sido enviadas al país 14 personas capturadas, no obstante, desde Cancillería se tienen registradostie a cerca de 300 migrantes con órdenes de deportación.
5) Plan de Alianza de la Prosperidad
Es uno de los proyectos insignia de la segunda legislatura de Obama. Después de que Biden se reuniera en Guatemala con los tres presidentes del Triángulo Norte, el Congreso aprobó en los debates presupuestarios la asignación de 750 mil dólares para fomentar el desarrollo de los tres estados centroamericanos, 250 mil dólares menos de lo que se había comprometido Obama.
El objetivo es ayudar a los países a crear empleo, mejorar su seguridad y así poder frenar la migración hacia EE.UU.
6) Año electoral
El 2016 es un año electoral en EE.UU. y a los demócratas esperan mantenerse en el poder. No obstante, como ya ocurrió en las anteriores comicios, saben que el voto hispano es fundamental.
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Y es una forma de enviar un mensaje a su partido rival. "Los demócratas están más cerca de los hispanos", detalló Sanabria.