Mientras los pobladores se quejan de que una empresa desvió el río Madre Vieja, esta señala que el canal que cambió el curso fluvial se construyó hace décadas por una transnacional, y que tras ello lograron el usufructo de esa obra.
Todo parecía transcurrir sin problemas, hasta que el cauce empezó a secarse, por lo que los pobladores se quejan de los daños. Esta es la situación del río Madre Vieja y la controversia en torno al canal que desvía su fluir.
Mesa de diálogo
Los primeros acuerdos en torno a la problemática por el desvío del río Madre Vieja que se sostiene en dos municipios de Escuintla, fueron alcanzados este 15 de febrero tras una reunión sostenida entre un grupo de vecinos, representantes de las compañías agroindustriales del área y la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH).
Se trata del establecimiento de condiciones para la creación de una mesa técnica que permitiría evaluar la situación y encontrar una solución que no perjudique a las partes involucradas.
El Secretario Ejecutivo de la Red Manglar Internacional, Carlos Salvatierra Leal explicó que la mesa que sostendrá su primera reunión el próximo 19 de febrero, está integrada por representantes de las empresas bananeras, cañeras y de palma africana que cultivan en la orilla del río Madre Vieja, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), la PDH, el Ministerio de Agricultura, las alcaldías de Nueva Concepción y Tiquisate, así como pobladores.
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Durante la reunión, en la que participaron unos 200 vecinos de las comunidades afectadas, se planteó como condición mínima para que persista el diálogo que se garantice que el afluente llegue a los manglares y al mar.
Salvatierra resaltó que si no fuera porque después de varios años, la comunidad decidió liberar el 9 de febrero el cauce para que llegara a sus comunidades y abasteciera los manglares, no se habría dado lugar al diálogo que espera que tenga resultados positivos.
Al respecto, el portavoz del Grupo Agroindustrias Hame, Víctor Lemus, confirmó la disposición de su compañía a alcanzar acuerdos que no afecten a los comunitarios.
Asimismo, dijo que el canal que desvía el río fue construido en 1985 por otra compañía transnacional, United Fruit Company, y que desde entonces a Grupo Hame se le otorgó un usufructo del mismo, con la condicionante de hacer las mejoras que requiera la conservación del río.
Lemus añadió que ya se trabaja en estrategias que permitan un uso racional del agua en el cultivo de palma africana y que la desecación del río que se adjudicó a las compañías, realmente proviene del fenómeno del Niño que disminuye la lluvia.
Aunque el desvío el río Madre Vieja inició en la década de los 80, fue hasta este 2016 que el constante clamor de las comunidades hizo eco, luego que un grupo de pobladores eliminara algunas de las represas para que el afluente regresara a su cauce.
En los últimos años, pobladores de Nueva Concepción y Tiquisate, Escuintla, han denunciado una serie de dificultades por el uso que las compañías le dan al río Madre Vieja, entre estos figuran inundaciones de viviendas, sequía y la destrucción de ecosistemas como los manglares.