Un hombre con un machete realizó uno de los más macabros hallazgos que se conocen, tras decidirse a cortar por la mitad a una enorme serpiente.
Al ver al gigantesco reptil en su camino y darse cuenta de que apenas se podía mover, lo que significaba que acababa de devorarse a su última víctima, el hombre no lo pensó dos veces y con machete en mano se dispuso a partirla en dos.
Todo iba bien y esperaba ver alguna cría de un mamífero pequeño, pero la sorpresa se dio cuando adentro encontró una segunda serpiente de prácticamente el mismo tamaño que la primera.
Al final las dos serpientes quedaron muertas, la primera al ser estrangulada para ser engullida y la segunda al ser partida por la mitad. Estos reptiles acostumbran a comer a otros de su especie, pero siempre y cuando sean ejemplares mucho más pequeños, por lo que este caso es la excepción.
* Con información de sopitas.com.