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Infancia interrumpida, niñez esposada

  • Por Soy502
10 de febrero de 2015, 08:34
La periodista Stephanie Sinclair fotografió a varias niñas madres de Guatemala para el New York Times.

La periodista Stephanie Sinclair fotografió a varias niñas madres de Guatemala para el New York Times.

“En Guatemala un 53% de las mujeres entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio antes de los 18 años, y un 13% antes de los 15 años”, detalla el artículo titulado “Niña, Esposa, Madre” que recientemente publicó la periodista Stephanie Sinclair para el New York Times el pasado domingo 8 de febrero.

Hubiera querido escuchar este tipo de cifras en el pasado informe de gobierno pero primero las confirmo a través de un medio externo: la cruda realidad que algunos ya conocíamos pero que pocos quieren escuchar o dar a conocer.

El artículo de Sinclair enfatiza que en Guatemala es legal casarse a los 14 años. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).
El artículo de Sinclair enfatiza que en Guatemala es legal casarse a los 14 años. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).

Guatemala es un país de contrastes y de extremas necesidades. A los 14 años ya es legal contraer matrimonio pero es hasta los 18 años cuando alcanzamos la mayoría de edad para optar por comprar una bebida alcohólica o un cigarrillo. Entiéndase por  “mayoría de edad” en el ordenamiento jurídico, la condición para determinar la plena capacidad de obrar de la persona (…) que la persona haya adquirido una madurez intelectual y física suficiente como para tener voluntad válida para obrar algunos actos que antes no podía por sus carencias nombradas anteriormente.

Dicho esto, no entiendo por qué es legal contraer matrimonio desde los 14 años cuando a esa edad aún no se ha adquirido una madurez intelectual y física suficiente como para tener la voluntad válida para casarse y asumir todo lo que este estado civil implica.

Niña embarazada en Petén. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).
Niña embarazada en Petén. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).

Pese a e esto, la cultura, años y generaciones atrás, era contraer matrimonio en edad joven. Hoy por hoy, según la licenciada en psicología clínica Karelia Rosenberg, Directora de la Carrera de Psicología Clínica de la Universidad del Istmo, la madurez  para contraer matrimonio depende de 3 pilares principales:

1. Los valores morales formados en casa a través de la familia y puestos en práctica durante la adolescencia bajo la orientación de un superior, influenciados por la estabilidad en el ámbito emocional y la dinámica familiar.

2. Los niveles académicos alcanzados, que evitan el analfabetismo y promueven el conocimiento de los derechos y obligaciones.

3. La cultura en que esta persona se desenvuelve.

Tania, de 17 años, abraza a su suegra en una clínica de San Benito, Petén. Esta jovencita se casó a los 15 años. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).
Tania, de 17 años, abraza a su suegra en una clínica de San Benito, Petén. Esta jovencita se casó a los 15 años. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).

Sin embargo, el nivel socioeconómico es una variable que afecta el nivel académico y cultural, pero no influye en la formación de los valores morales. Dicho lo anterior y en consecuencia, la edad promedio de una persona al momento de contraer matrimonio en un nivel óptimo de madurez emocional es aproximadamente de 27-28 años en mujeres y 30-32 años en hombres, según las circunstancias actuales y siguiendo los 3 pilares anteriores.

Analizando el panorama completo es difícil señalar qué está mal en el sistema; pareciera ser la suma en cascada de varias decisiones tanto sociales como personales para definirlo. Desde las desvalorización de la persona como ser, la pareja, los valores que hemos aprendido y practicado, el nivel de ignorancia, así como la contracultura en los grupos sometidos.

Imágenes como esta son comunes en Petén y otras regiones de Guatemala. Hay muchas niñas casadas a los 14 años. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).
Imágenes como esta son comunes en Petén y otras regiones de Guatemala. Hay muchas niñas casadas a los 14 años. (Foto: Stephanie Sinclair/New York Times).

Aquellas mujeres que han contraído matrimonio a temprana edad en el área rural, han sido sacadas del sistema educativo, algunas desde la primaria; han sido objeto de violencia sexual y física; han corrido riesgo por embarazos en temprana edad sin acceso a cuidados médicos. Muchos aspectos de sus vidas han sido controlados por un hombre mayor que ellas que las considera algo como sirvientas domésticas y sexuales” expone Sinclair en el artículo.

Tristemente hoy estas niñas o adolescentes son sometidas a una infancia interrumpida, esposadas a una falsa realidad y muchas veces presionadas más que motivadas o apoyadas por sus mismos progenitores o círculo familiar. Algunas de ellas huyen a la ciudad y prefieren trabajar como empeladas domésticas antes de quedarse en casa sometidas a la dictadura de una “esposo” que muchas veces les abandona al conocer que serán papás, desligándose así de toda responsabilidad paternal hacia el hijo que está por nacer.

Tenemos un población femenina en vías de opresión, más que de superación, siendo Petén el departamento con índices más altos de mortalidad materno-infantil.

Estamos cerca del fin de un período de gobierno y estamos por elegir a los próximos. Como mujer me gustaría conocer quién de todos los próximos candidatos ha trabajado un plan para contrarrestar estas cifras en la propuesta que están por presentar.

 

 

 

 

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