Una mesa destruida, granos de maíz en el suelo y siluetas de soldados disparando a indígenas, son las imágenes que impactan al visitante al entrar en la Casa de la Memoria, el nuevo museo que desde el próximo lunes estará abierto al público en el centro histórico capitalino para honrar a las víctimas del conflicto armado interno.
Una cama revuelta y sillas de pino destrozadas, tenuemente iluminadas por velas, completan la escena que representa una de las múltiples incursiones del Ejército a precarias viviendas en comunidades indígenas en el oeste del país, que en su mayoría terminaron en masacres.
En otro salón del museo, una pared reproduce los nombres de miles de guatemaltecos desaparecidos durante la guerra, entre 1960 y 1996, el cual causó unas 200.000 víctimas entre muertos y desaparecidos, según la ONU.
Entre los nombres destacan los de activistas y líderes indígenas víctimas de la guerra, como el dirigente estudiantil Oliverio Castañeda de León y la dirigente campesina asesinada en 1978 Adelina Caal, conocida como "Mama Maquín".
Soto indicó que tomaron la iniciativa de crear el espacio para que la población conozca lo que pasó durante el conflicto, pero agregó que el Estado guatemalteco debe acatar las sentencias de organismos de justicia nacionales y extranjeros que le ordenan fomentar sitios similares.
Planes militares, testimonios y genocidio
Junto a una columna forrada de trajes indígenas, el museo presenta al público planes militares, testimonios de víctimas y los informes de la verdad publicados durante la posguerra por la Iglesia Católica y Naciones Unidas.
Además, se expone un libro que contiene la sentencia a 80 años de prisión que un tribunal dictó en mayo de 2013 contra el exdictador guatemalteco Efraín Ríos Montt por cargos de genocidio y delitos contra la humanidad.
El fallo contra el exjefe de facto (1982-83) fue anulado días después por la corte constitucional por errores procesales y se ordenó repetir el juicio, ahora previsto para enero de 2015, aunque Caldh y otras organizaciones humanitarias afirman que "la sentencia está vigente".
Un repaso por la historia
La Casa de la Memoria también presenta una muestra del Popol Vuh -el libro sagrado de los mayas- y hace un repaso por toda la historia del país desde la conquista española hasta la actualidad.
Espadas blancas colgadas con listones rojos y figuras de madera llaman a "reflexionar" sobre el sometimiento de los indígenas por los españoles y el "choque de las dos culturas", menciona Fabiola García, comunicadora de Caldh.
La muestra también incluye las acciones de la presidencia dictatorial de Jorge Ubico (1931-1944) y la Revolución de Octubre que terminó con su régimen.
Una litografía gigante del mural "Gloriosa Victoria" del pintor mexicano Diego Rivera representa la intervención de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos que condujo a la caída del gobierno reformista de Jacobo Arbenz (1951-1954), segundo y último gobierno de la Revolución.
La Casa de la Memoria estará abierta al público de lunes a viernes "con el fin de reconstruir lamemoria histórica" reiteran sus administradores, quienes ya han empezado a programar visitas guiadas con estudiantes de centros educativos públicos y privados.