El Día Internacional de los Derechos de los Animales se estableció en 1997, como una forma de crear conciencia acerca del daño que los humanos causan a otras especies que comparten la tierra.
Este se instituyó luego que el 10 de diciembre de 1948 fuera aprobada la declaración universal de los derechos humanos, tras la muerte de 60 millones de personas durante la segunda guerra mundial y recuerda que no sólo los humanos gozan de derechos en el mundo.
La Liga Internacional de los derechos del Animal declaró el 15 de octubre de 1978 este manifiesto, aprobado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y la Organización de Naciones Unidas (ONU)
El Artículo 1 declara:
“Todos los animales nacen iguales ante la vida y tienen los mismos derechos de existencia”.
Sin embrago, las prácticas de desarrollo que acaban con el entorno natural, la ciencia y la industrialización han cobrado factura en los seres que son tratados como mercancía por el hombre.
Miles son utilizados en experimentos de laboratorios, privados de su libertad para diversión humana o torturados en laboratorios y cazados con el fin de obtener su piel para fines estéticos.
Organizaciones en pro del bienestar animal declaran: “El hecho que no manifiesten capacidades intelectuales no quiere decir que no sientan”. Todo ser viviente tiene derecho a la vida, cualquier práctica que los vulnere resulta inaceptable.
Estas afirmaciones también ponen en tela de juicio las prácticas y tradiciones culturales donde se abusa de los animales por diversión como las corridas de toros, la caza de ballenas bebé, peleas de perros, gallos entre otras.
Es importante enseñar a las nuevas generaciones el respeto y cuidado de la fauna, pues está en las manos de los humanos cambiar este mal comportamiento y salvar las especies que comparten la tierra.
Con información de Especismo Cero