Lágrimas de alegría y ejemplo de tenacidad y trabajo diario son, sin duda, la carta de presentación para el 2014 del badmintonista guatemalteco, Kevin Cordón, quien logró superar una complicada lesión de rodilla para recuperar el alto rendimiento y nuevamente darle gloria a Guatemala en los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Tres preseas de oro (individual, por equipos mixtos y dobles masculino) en Veracruz, además de las dos conseguidas en Mayagüez 2010, ubican a Cordón como el deportista guatemalteco con más preseas áureas en esas justas.
Pese a que ya había dado muestras de estar en buena forma física, existía la incógnita de si Kevin podría volver a brillar y a obtener esos logros que lo ubicaron como el mejor badmintonista de América.
“Nunca dudé, solo le pedía a Dios que me sanara y que me cuidara en cada entreno y cada torneo. Las lágrimas son reflejo de ese esfuerzo y del sufrimiento vivido; afortunadamente ya quedó atrás, ahora hay que pensar en el futuro”, refirió.
Una ruptura de los ligamentos cruzados de la pierna derecha en el 2012, parecía arrebatarle al país a uno de sus mejores deportistas. Sin embargo, mas o menos año y medio después, dos operaciones largas, así como interminables y dolorosas jornadas de terapia, rindieron sus frutos.
Por si eso fuera poco, recién operado Kevin recibió “la noticia más triste y dolorosa” de su vida. Su hermano menor falleció en un accidente automovilístico, lo que provocó que la familia Cordón Bueso pasara una temporada muy difícil.
“En principio mi lucha era recupérame, caminar, correr y luego intentar volver al bádminton. Me propuse disfrutar cada día de mi familia, cada entreno, cada torneo, cada set y cada punto. Esa, digamos que ha sido la fórmula para salir adelante”, explicó.
El zurdo nacido en La Unión, Zacapa, reconoce que no hay tiempo para lamentarse. Por el contario, solo tiene agradecimientos por quienes lo apoyaron en esta lucha y ya piensa en el 2015, año en el que buscará recuperarse en el ranking mundial y clasificarse a los Juegos Panamericanos de Toronto, donde espera revalidar su título.
“No podemos parar, el futuro es ahora y tenemos que aprovechar el tiempo y darle alegrías a la patria. No son los mejores tiempos, pero no nos podemos dar por vencidos. Guatemala, su gente, nuestras familias y nosotros merecemos grandes cosas y hay que ir y buscarlas”, sentenció.