Los hermanos Mario y Carlos Daniel Cúmez asistieron a clases, mientras los guatemaltecos seguimos inspirados con su historia de vida. Los jóvenes se convirtieron en un fenómeno viral en las redes sociales luego que Olga Leticia Santisteban, una joven de 19 años, publicara en Facebook la inspiradora historia de estos dos lustradores de calzado que trabajan de lunes a viernes en la zona 14 para poder pagar sus estudios universitarios los fines de semana.
Carlos cursa el primer año y Mario inicia el segundo de la licenciatura en Enfermería y Salud Médica, de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Panamericana. Desde que cruzaron la puerta, fueron el centro de atención y recibieron la felicitación de sus compañeros y maestros.
Mario, el mayor de los dos, no dudó en tomar la palabra y decir que todo lo ocurrido en estos dos días ha sido maravilloso y es también un enorme compromiso para ellos pues se abrió la puerta para hacer su sueño realidad y deben aprovecharlo al máximo.
Desde que Mario se graduó hace dos años como Bachiller en Ciencias y Letras en Sololá, emigró a la capital en busca de una oportunidad de trabajo, pero al no lograrlo no dudó en ganarse la vida lustrando y reparando calzado. Y su hermano Carlos Daniel siguió sus pasos.
Ambos vieron como dos hermanos mayores se marcharon a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades, pero saben mejor que nadie los problemas y dificultades que se enfrentan, por lo que no quisieron seguir ese ejemplo y optaron por viajar a la capital.
Con disciplina y mucho sacrificio, ambos lograron reunir lo suficiente para inscribirse en la Universidad Panamericana, la única que cuenta con la carrera de enfermería en plan fin de semana.
Los maestros de la facultad no dudaron en solicitarle a Mario y Carlos Daniel que compartieran su historia con otros estudiantes, por si alguno no se había enterado a través de las redes sociales.
El viernes, en la sede de la UPANA en Sololá, recibieron la llamada de la sede central para verificar si en efecto los hermanos Cúmez acudían a ese centro de estudios. Al confirmarlo, los representantes de ese centro de estudios fueron a buscarlos y les comunicaron una noticia que será crucial para su futuro: se les concederá una beca con gastos pagados para que puedan llevar a cabo sus estudios hasta graduarse.
Los padres que les enseñaron que el trabajo es sagrado
Diego Cúmez Xon y Juana Algua Macario, padres de Mario y Carlos, fueron invitados a un almuerzo en la universidad para darles los detalles de las becas que obtuvieron sus hijos. Los maestros y autoridades de la universidad los felicitaron y reconocieron que sus hijos eligieron el camino del trabajo honrado y el estudio como su alternativa para forjarse un futuro mejor y eso se debe a los principios que ellos les inculcaron.
Precisamente fue su padre quien les enseñó a reparar calzado, sin imaginar que ese oficio sería el comienzo de una hermosa lección de vida para todos los guatemaltecos.
Junto a los padres iba también el más pequeño de los 11 hermanos Cúmez Algua: Alex Enrique, quien ahora sabe que con trabajo duro los sueños se pueden lograr.