Henry Hernández, el bombero voluntario que fue arrollado por un conductor ebrio mientras atendía una emergencia y perdió una pierna, dejó este miércoles el hospital del Seguro Social, arropado por el cariño de su familia y amigos, mientras su comunidad lo recibió como un héroe.
Mira este emotivo video que te conmoverá:
A las 11 de la mañana se llevó a cabo una conferencia de prensa junto a autoridades del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), en la que se dió a conocer el estado de salud y procedimientos que debe seguir Henry en su recuperación.
Henry dejó la clínica de la mano de su esposa, Verónica Canahuí, y fue llevado en ambulancia por sus compañeros bomberos hacia su casa en San Bartolomé, Milpas Altas.
El doctor Byron Humberto Arana dijo que la recuperación que ha tenido Henry es impresionante y muy rápida, ya que en 10 días logró ser dado de alta. Deberá esperar de 4 a 6 meses para que la fractura de la tibia sane y luego iniciará un proceso de rehabilitación, en el que aprenderá a caminar, a sentarse y levantarse con la prótesis que le pondrán en la pierna izquierda.
Lo que Henry más anhela, es seguir siendo bombero. "Espero seguir siendo bombero y ayudar hasta que Dios me lo permita; un bombero también puede tomar la presión, contestar llamadas y cualquier trabajo para seguir ayudando a las personas", afirma.
Según el doctor Arturo García Aquino, director médico del hospital, Henry recibirá ayuda psicológica en todo momento, ya que el proceso más difícil será aprender a vivir sin su pierna, aunque todavía tenga la sensación de que está allí, como le ocurre a quienes pierden extremidades.
- CONÓCELO MEJOR: Henry Hernández: “No quiero que arriesguen demasiado la vida”
De regreso a casa
A bordo de una ambulancia de los Bomberos Voluntarios, llegó a su casa en San Bartolomé Milpas Altas, pero antes se detuvo en la 31 compañía de Bomberos, donde sus compañeros lo recibieron con aplausos, encendieron la alarma de la estación, quemaron cohetes y se escuchó el himno de la entidad.
A la caravana de vehículos que acompañaba la ambulancia, se sumó una motobomba que llevaba la sirena encendida. Al entrar al pueblo las personas salieron de sus casas para expresarle su cariño y animarlo. Sin duda, el momento más emotivo fue el reencuentro con sus dos pequeñas hijas, Celeste y María, que corrieron a su encuentro para abrazarlo y besarlo.
Un nueva etapa inicia en la vida del bombero Henry Hernández y él la enfrenta con optimismo. Agradece estar vivo, tener el amor de su familia y amigos, y haber tenido tanta solidaridad de personas que no conoce, pero que han estado a su lado tras el accidente.
