Obligado a tomar el toro por los cuernos, el Heat entró al ruedo de la Arena AmericanAirlines y clavó su espada en unos Bulls decididos a pelear hasta el último segundo. En una noche donde nada parecía funcionar, Miami encontró la manera de sobrevivir los embistes del rival para vencerlo 106-98.
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Una secuencia de transiciones para Miami que duró unos 30 segundos a menos de tres minutos para el final con canastas de Wade, Whiteside y Deng que finalmente le dieron a los de casa la ventaja necesaria para mirar de frente a la victoria.
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Goran Dragic mantuvo en alto la bandera del Heat cuando el resto del equipo no daba la talla, especialmente en la primera mitad. De modo que la noche fue para el armador del conjunto.
*Con información del Nuevo Herald