Llamar a la Policía o los Bomberos puede ser un calvario para los guatemaltecos; las líneas de emergencia suelen estar saturadas, pero no por casos reales.
El diputado Juan Manuel Giordano presentó la primera iniciativa de ley del año, con la que busca que quienes efectúen llamadas de broma reciban una multa de 5 mil quetzales. En caso de reincidencia, la sanción sería de 10 mil quetzales y a partir de la tercera ocasión sería de 30 mil quetzales.
Según la Policía Nacional Civil, 8 de cada 10 llamadas recibidas al 110 son para reportarles emergencias falsas o para bromear, en tanto que los Bomberos Voluntarios y Municipales tienen cifras similares.
El parlamentario considera que el registro de números telefónicos de la Superintendencia de Telecomunicaciones serviría para saber quién es el responsable de la línea desde la que se efectúan las llamadas, pero reconoce que los teléfonos públicos representan un obstáculo para erradicar esta práctica que suele incrementarse durante los descansos escolares.