El doctor personal de Joan Rivers se encuentra bajo la lupa de la investigación sobre la muerte de la popular comediante y presentadora estadounidense que falleció el 4 de septiembre, una semana después de someterse a una pequeña operación de garganta.
Según una fuente de CNN, el médico realizó una biopsia en las cuerdas vocales de Rivers para la cual no tenía autorización firmada de su paciente ni el permiso de la clínica neoyorquina donde tuvo lugar la intervención.
El doctor, además, se tomó un "selfie" mientras Rivers, de 81 años, yacía anestesiada a la espera de la sala de operaciones.
Rivers había ingresado el 28 de agosto en la clínica para una endoscopia que le practicó el doctor Lawrence Cohen, un procedimiento con el que se pretendía averiguar la razón de sus problemas de garganta.
Tras la endoscopia, el médico de Rivers realizó la biopsia sin conocimiento de la clínica Yorkville Endoscopy, que ha negado que se hagan ese tipo de biopsias en sus instalaciones.
Cohen ha sido apartado del servicio en la clínica tras el suceso.
Los investigadores creen que las cuerdas vocales de Rivers comenzaron a inflamarse durante la biopsia y eso motivó la insuficiencia respiratoria que desencadenó el fallo cardiaco que acabó con la vida de la presentadora.