Una aparente falla en el sistema de búsqueda de fugitivos de la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público podría haber ocurrido, si la versión del empresario Gustavo Alejos es verídica.
Según el empresario farmacéutico que se entregó a la justicia 60 días después de que se le girara orden de captura, nunca estuvo prófugo, siempre permaneció en su vivienda ubicada en el residencial Premier Campestre, kilómetro 22 de la carretera a El Salvador.
Alejos y su abogado Jonathan Altalef, afirman que ni la PNC ni el MP volvieron a su casa después del único allanamiento realizado para buscarlo el pasado 27 de octubre.
Gustavo Alejos, quien también fungió como secretario privado del ex presidente Álvaro Colom, declaró que el día del operativo acudió al gimnasio por la mañana y al regresar a su residencia observó la presencia de periodistas y policías, por lo que decidió retirarse.
Alejos mencionó que le pareció extraño el movimiento policial, debido a que la tarde de ese día tenía programada una cita en la fiscalía.
En otra parte de su declaración expresó: “no me entregué antes porque tenía que dejar arregladas mis cosas económicas”.
Altalef afirmó que parte de la estrategia era presentarse voluntariamente hasta cuando regresara de vacaciones la jueza Silvia Violeta de León, ya que "los suplentes no tienen los mismos criterios por temor a ser investigados".
El MP confirmó durante la audiencia que no se montó vigilancia en el domicilio de Alejos.
Mientras, el abogado defensor indicó que fueron los padres de Gustavo Alejos quienes lo contrataron para litigar a su favor.
Un ex Cicig lo defiende
Jonathan Altalef es un abogado guatemalteco, quien admite que trabajó para la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) durante la administración del comisionado Francisco DallAnesse. Después de su retiro formó su bufete donde litiga en varios casos penales.
Entre sus clientes está César Augusto Medina Farfan, supuesto cabecilla de la estructura denominada Redes, la cual presuntamente había incurrido en el delito de tráfico de influencias que involucra a Gustavo Martínez, yerno del expresidente Otto Pérez Molina.
Las frases de Alejos
Gustavo Alejos declaró durante una hora en la audiencia que se desarrolló ante la jueza Sexto de Primera Instancia Penal, Silvia Violeta de León.
En su declaración, Alejos dijo que había fuga de información en la CICIG, y señaló a Estuardo del Pinal, uno de los socios del bufete integrado con ex abogados de la Cicig, de forzarlo a hacer cosas “indebidas”.
Durante ese tiempo trató de justificarse diciendo que “todo es un pleito comercial y político”. Asimismo, negó que la computadora portátil confiscada en un allanamiento a las oficinas de la droguería Colón fuera de él. "Yo no uso laptop" aseguró el empresario.
En esa computadora que el MP asegura que sí le pertenece, se encontraron varios archivos. Algunos de los nombres que aparecen son: “Avión JC Monzón” y “Villa Juan de Dios a cambio de medicamento”.
Dijo que él no era el operador del caso llamado Negociantes de la Salud: “soy un gerente”, al referirse al manejo de sus empresas farmacéuticas.
Ante las especulaciones que surgieron sobre su presunta salida del país, Gustavo Alejos aclaró que eso no sucedió porque su helicóptero “no funciona desde octubre”.
MP pedirá ligarlo a proceso
En el primer día de la audiencia de primera declaración, el MP presentó más de 30 escuchas telefónicas y varios documentos que vinculan a Gustavo Alejos con la estructura que habría negociado con funcionarios del IGSS y farmacéuticas la venta de medicamentos a cambio de comisiones.
La jueza Silvia Violeta de León, negó su trasladado a la prisión militar Mariscal Zavala y ordenó su ingreso a una carceleta ubicada en el sótano de la Torre de Tribunales.
La diligencia seguirá este martes 29 de diciembre. Al finalizar, la jueza Silvia Violeta de León resolverá si liga a proceso a Gustavo Alejos por los delitos de asoción ilícita, tráfico de influencias y cohecho, además deberá decidirse si se le otorga una medida sustitutiva o guardará prisión preventiva como el resto de involucrados.