En el mundo de la tecnología existen un sinfín de herramientas que son utilizadas para la traducción de idiomas. El traductor de Google es uno de los más utilizados a nivel mundial.
Sin embargo, esa herramienta es poco útil cuando se trata de los idiomas mayas, por lo que las personas que desean conocer palabras en estos lenguajes quedan excluidas de los beneficios tecnológicos.
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Ante esa necesidad, Roberto Ben, un joven desarrollador de aplicaciones, empezó a trabajar su proyecto llamado “Traductor de Idiomas Mayas”, el cual lanzó en agosto de 2017 y con el que espera contribuir a la educación y a la difusión de cinco lenguas.
“La aplicación nació al ver la necesidad de estudiantes que buscaban traducir palabras de kakchiquel a español. Si buscan en Google, apenas aparecen unas cuantas palabras, por lo que empecé a trabajar este proyecto”, destaca el creador.
Al principio, Roberto comenzó con dos idiomas, pero a la fecha ha desarrollado la traducción para cinco y ha ampliado su biblioteca a más de 400 mil palabras.
“Cuando comencé solo desarrollé el traductor para kakchiquel porque donde yo vivo hablan ese idioma, pero ahora incluye los idiomas quiché, kakchiquel, mam, garífuna y poqomchi”, añade Ben.
Además de las palabras, Roberto ha ido actualizando e incluyendo nuevas herramientas, como el audio de la pronunciación de varias palabras o frases, así como un juego de preguntas y respuestas de curiosidades de Guatemala.
“He trabajado por ocho meses en este proyecto y cada 15 días hago las actualizaciones y ahí se incluyen nuevas palabras. Además hay una sección en la que los usuarios pueden sugerir sobre nuevas actualizaciones y colaborar con información con la que aún no se cuenta y añadirla a la biblioteca”, destaca.
El Traductor de Idiomas Mayas se encuentra disponible para el sistema operativo Android y para que funcione a la perfección los usuarios deberán escribir la palabra que quieren traducir con todos sus acentos y signos de puntuación para obtener los resultados deseados.
Roberto Ben participó con este proyecto en una App Challenge que se llevó en 2017 y expuso su proyecto ante varias entidades privadas y gubernamentales que le ofrecieron apoyo, pero que no se han acercado a él desde entonces.
Apasionado
El joven desarrollador cuenta que ha trabajado en varios proyectos y que todo lo ha aprendido a través de tutoriales que ha observado en internet.
“Me gusta la tecnología y por eso quise aprender a desarrollar aplicaciones. En las actividades en las que he participado me han pedido certificados de mis conocimientos en este campo, pero el único que tengo es de mecanografía. Soy autodidacta y quiero aportar algo a la educación”, argumenta.
El muchacho combina su pasión por el desarrollo de aplicaciones con su trabajo de mantenimiento de computadoras en la aldea Monte Mercedes, en Sololá, donde ha visto que la tecnología ha crecido, pero que falta inducción para que los estudiantes la utilicen de buena manera.
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