El desempleo urbano en Latinoamérica y el Caribe se encuentra en un mínimo histórico de 6,3 % en 2013, frente al 11 % que registró en 2003, pero 130 millones de sus habitantes están ocupados en condiciones de informalidad, destacó el informe Panorama Laboral 2013 presentado en Lima.
El mercado laboral de América Latina y el Caribe enfrenta un 47,7 % de informalidad y una tasa de desempleo juvenil de 14,5 %, los cuales son algunos de los desafíos que sus Gobiernos deben resolver en los próximos años, detalló el documento presentado por la directora regional de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Elizabeth Tinoco.
El estancamiento del desempleo está vinculado a la desaceleración económica de la región, que cerrará el año en 2,7 % de crecimiento en promedio, la menor tasa de la década según la OIT, que lo comparó con el 3,2 % de 2012.
La tasa de ocupación se mantuvo estable este año en 55,7 %, pero el desempleo urbano afecta a 14,8 millones de personas en la región.
Tinoco alertó que 3 de cada 10 trabajadores de la región no tienen acceso a la protección social, lo que significa que la informalidad laboral ha descendido del 50 % en 2009 al 47,4 % en 2013.
Los trabajadores de la región que tienen cobertura de salud son el 59,8 %, mientras que los que tienen acceso a pensiones es el 60,5 %.
Algunos países como Guatemala y Honduras tienen tasas de informalidad de 76 % y 70 %, respectivamente, mientras que Costa Rica y Uruguay han reducido esos porcentajes a 32 % y 34 %, según datos del Panorama Laboral.
La directora regional de la OIT declaró que para bajar la informalidad laboral en 5 puntos porcentuales, la región debería crecer a un promedio de 3,4 % durante la próxima década y el 84 % de los nuevos empleos deberán ser formales.
El documento reveló que la mayor parte del empleo informal está formado por trabajadores independientes (41,6 %), seguido por trabajadores asalariados de empresas privadas de hasta 10 empleados (37,9 %).
Asimismo, existe un 10,6 % de empleo informal proveniente del trabajo doméstico.
Los salarios en la región experimentaron un alza de 1 % en 2013, por debajo del 2,6 % del año pasado, mientras que el salario mínimo subió 2,6 %, frente al crecimiento del 6,9 % en 2012.
Respecto al desempleo juvenil, Tinoco dijo que las medidas específicas para la incorporación de jóvenes al mercado laboral todavía no han avanzado sustantivamente, lo cual es también una preocupación en las economías más avanzadas y emergentes.
Actualmente, 22 millones de jóvenes latinoamericanos no estudian ni trabajan, y el desempleo afecta a 6,6 millones de ciudadanos entre los 15 y 24 años.
El desempleo en los jóvenes, que triplica al desempleo de adultos, genera frustración y un descontento que se ha reflejado en protestas callejeras, indicó la directora regional.
Las tasas más altas de desempleo juvenil en la región se registran en Uruguay (20,5 %), Argentina (20,1 %), Colombia (18,5 %), y Venezuela (17 %), mientras que las más bajas están en México (9,5 %) y Panamá (12,6 %).
"La situación laboral es desafiante", dijo Tinoco porque "se necesitan redoblar los esfuerzos por mejorar la cantidad y la calidad de los empleos".
La alta funcionaria de la OIT recomendó a los Gobiernos de la región generar un entorno para el desarrollo de empresas que produzcan empleo formal, reforzar el diálogo social, mejorar la educación en función de las demandas del mercado laboral, y aplicar políticas orientadas a aumentar la productividad.