La base militar de la Fuerza Aérea en zona 13 cuenta desde hace un mes con una instalación que centraliza las señales de radares de control aéreo, civil y militar. Aunque analistas señalan que fue un gasto innecesario que servirá a más a intereses regionales que nacionales, pero el Ministerio de la Defensa dice que traerá muchos beneficios para el país.
El radar ofrece una vigilancia completa del espacio aéreo guatemalteco las 24 horas al día. Cualquier objeto mayor a un metro cúbico puede ser detectado por el sistema.
Según explica Jorge Roberto Ruiz, comandante de la Fuerza Aérea Guatemalteca, estos radares permiten un control aéreo preciso. Es posible detectar la altura y velocidad a las que viaja un avión o helicóptero.
También indica que Guatemala cuenta con dos tipos de radares: los secundarios, que son destinados a la supervisión aérea de naves civiles; y los primarios, que son de uso militar y detectan todo tipo de aeronave que despega de tierra hasta los 80 mil pies de altura.
Un total de tres radares, ubicados en el Puerto San José (Escuintla), Puerto Barrios (Izabal) y San Andrés (Petén), dan cobertura a todo el territorio nacional. Belice, parte de la Península de Yucatán, e incluso partes de El Salvador y Honduras también podrán ser monitoreadas.
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La Contraloría General de Cuentas interpuso una denuncia contra Ulises Anzueto y Manuel López Ambrosio, exministros de Defensa, por la compra de estos radares. La denuncia se refiere no al equipo adquirido, sino a la forma en que se hizo.
El reclamo del ente fiscalizador es que los contratos firmados por los exfuncionarios con la empresa Indra Sistemas, S.A., grupo español que se encargó de la instalación, se hicieron en España. Esto complicaba darle seguimiento a los procesos de cumplimento del acuerdo.
A pesar de los señalamientos, el Ministerio de Finanzas autorizó los pagos correspondientes, pues ya se había firmado un convenio de pago con el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) por el préstamo que adquirió el Estado para la compra de los radares.
Dicha deuda está conformada por 33.2 millones de dólares de equipo y otros 3.7 millones de dólares de seguro.
Edgar Celada, analista de seguridad del Instituto de los Problemas Nacionales (IPNUSAC), dice que los únicos que violan el espacio aéreo son las aeronaves utilizadas por el narcotráfico para transportar droga.
Celada considera que esos recursos pudieron haberse invertido en asuntos más urgentes para el país, como la construcción de hospitales. “La guerra contra las drogas está trasladando a nuestros países gastos innecesarios; este solo va a servir a Estados Unidos y a México en su lucha contra el narcotráfico, porque Guatemala es solo un país de paso de narcóticos”, explica.
Ruiz, no obstante, asegura que los radares sirven también a la Dirección General de Aeronáutica Civil, pues pueden ser utilizados para predecir condiciones atmosféricas. “Esto ayudaría a los pilotos de aviones comerciales a desviar su ruta para evitar mal clima”.
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También asegura que la implementación de estos radares trajo más seguridad al espacio aéreo, lo cual puede generar confianza para que más aerolíneas comerciales entren a Guatemala.
