La calificadora de riesgo Fitch Ratings envió este viernes un mensaje directo al Gobierno de Otto Pérez, indicándole que las decisiones tomadas en materia fiscal han fracasado, principalmente la Reforma Tributaria, acompañada de una débil recaudación de impuestos y obstáculos en aduanas, entre otras cuestiones.
El resultado de dichas aseveraciones es la reducción de la calificación internacional para Guatemala, pasando de “BB+” a “BB”; dicho resultado fue titulado por el diario financiero Wall Street Journal como: “Degradado a Territorio Basura”.
La calificación de Fitch Raitings señala que la débil recaudación tributaria del país merma la capacidad de pago frente a la deuda, es decir, que Guatemala se endeuda mucho más de lo que puede pagar, debido a que sus ingresos se debilitan.
Según se lee en el comunicado de Fitch Raitings, Guatemala no ha sido capaz de mejorar su crecimiento económico durante los últimos cinco años, el cual ha permanecido en promedio en un 2.8% del Producto Interno Bruto (PIB).
La principal crítica es en contra de la Reforma Fiscal, la cual, según Fitch, tenía como intención incrementar en 1% el PIB en 2013; sin embargo, esta representó únicamente un impacto “silencioso en la recaudación de impuestos”.
Además señalan que la débil recaudación se debe a deducciones de impuestos a empresarios, obstáculos en las aduanas y resoluciones judiciales en contra del “cumplimiento tributario”.
“Fitch dice: ya basta”
Ricardo Barrientos, consultor del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), interpreta la calificación de Fitch como: “Ya, suficiente, si no para el desfalco, la destrucción de la institucionalidad y los privilegios fiscales, Guatemala seguirá en espiral hacia el fondo”.
Dicha calificación reduce las posibilidades de que Guatemala incremente su deuda con Bonos del Tesoro, Eurobonos o Certibonos. “Se refiere a toda deuda colocada en el mercado doméstico de capitales”, agregó Barrientos.
Según Barrientos, que el Congreso apruebe la Ley de Promoción y Empleo, reducirá la competitividad del país. “Esta Ley es para dar incentivos fiscales a los empresarios y Fitch advierte que en la medida que continúen esos privilegios y las aduanas sigan siendo un desastre, podría bajarse aún más la calificación”, agregó.
“Esta degradación dice que la SAT es un desastre y esa contratación que pretenden hacer va en contra de lo que dice la calificación. Ya, es suficiente”, concluyó Barrientos.
No comparten opinión
En un comunicado de prensa, el Ministerio de Finanzas Públicas, dirigido ahora por Dorval Carías, señala que se respeta la opinión de Fitch pero no la comparten debido a que ésta se equivocó al medir el crecimiento promedio que es de 3.6%.
“La política fiscal continúa siendo gestionada de manera prudente; tal como lo evidencia el continuado proceso de consolidación de las cuentas fiscales que evidencia una disminución del déficit fiscal”, se lee en el documento en el cual no hace ninguna referencia a la Reforma Fiscal, ni siquiera a la recaudación que tanto critica Fitch.