Mientras las carreteras continúan en un estado complicado, el Gobierno vuela con la planificación de los nuevos aeropuertos. De hecho, se espera que Guatemala duplique su oferta aérea y reúna un total de 11 aeropuertos para 2018.
Las remodelaciones seguirán reforzando la relación público-privada y se distribuirán por el país en los siguientes puntos: Poptún, Cobán, Esquipulas, Santa Cruz del Quiché, San Marcos y Puerto San José (iniciará las obras en las próximas semanas).
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"En el primer trimestre se realizarán las licitaciones correspondientes para los materiales y en el segundo se espera arrancar con la ejecución", adelantó Conrado Monroy, portavoz de Aeronáutica Civil.
La institución prevé al menos gastar 17 millones de quetzales para los aeródromos de Poptún (6 millones de quetzales) y Esquipulas (11 millones de quetzales) en trabajos de pavimentación de la pista y construcción de las terminales. A estos montos se sumaría la aportación municipal y del sector privado, como ya ha ocurrido en los aeropuertos que funcionan desde hace unos meses.
"En el caso de Retalhuleu, la mayor inversión la puso Guatemágica; y en Quetzaltenango, el sector empresarial de la ciudad", explicó.
Monroy también recordó que la institución no gasta dinero del erario público, sino de lo recaudado por servicios aeroportuarios, como renta de hangares, uso de pista o arrendamientos.
En 2017, Aeronáutica Civil manejó un techo presupuestario de 235 millones de quetzales y para el próximo año espera que el Congreso se lo aumente hasta los Q500 millones con la previsión de que mejorará la operatividad aérea y nuevas aerolíneas llegarán al país con el acuerdo que recién se firmó con Brasil o el que se espera cerrar con Air Europa.
El riesgo de abandono
Guatemala no cuenta con una cultura aérea muy potente y las cifras de los nuevos aeródromos aún son bajas. Según las cifras anuales compartidas por Aeronáutica, 5 mil 649 personas usaron el aeropuerto de Los Altos, 5 mil 488 pasajeros el de Tierra de Dios de Izabal y 3 mil 257 el de Retalhuleu.
Antonio Maluof, presidente del sector privado organizado (CACIF), confirmó que él ha sido usuario de estos nuevos servicios y agradece el ahorro de tiempo. Sin embargo, no supo decir si a nivel de negocios ha ayudado a mejorar los puntos donde se instalan.
"Un beneficio mayor sería, si además de remozar las pistas, se trabajara en las aduanas y que pudiera haber Combex-IM en puntos como el Puerto San José", recomendó.
Además, señaló que se podría sacar más rentabilidad si fortalecieran el sentido turístico.
Por otro lado, el analista Renzo Rosal no justificó la remodelación de los pequeños aeródromos y explicó dos problemas que continúan: la falta de planes estratégicos y el beneficio de sectores específicos.
"Aunque se capten de cierta forma, siguen siendo recursos públicos, pero no son fondos exclusivos para ellos", explicó.
Además, recomendó a Aeronáutica que enfoque sus esfuerzos en apostar por un verdadero aeropuerto en la capital, dejar de remodelar el que existe y mejorar las condiciones del aeropuerto de Flores.
Para Marvin Flores, de Acción Ciudadana, estos gastos en nuevos aeropuertos no son funcionales existiendo otras prioridades en el país.
"Es mejor invertir en la aeronavegación para helicópteros que para otros vuelos", opinó. Además, recordó que hay otros aspectos a tratar más importantes, como las carreteras.
Transporte de carga
Los aeropuertos de Puerto San José, Poptún y Esquipulas, por su cercanía fronteriza, estarán dirigidos al transporte de carga.
Conrado Monroy adelantó que las negociaciones están avanzadas con Combex-IM para que instale depósitos aduaneros.
"Esto vendría a desahogar La Aurora y el transporte terrestre del país", comentó.
Respecto a los vuelos comerciales, Monroy espera que cada vez más pasajeros usen el servicio y con ello se vaya reduciendo el costo de los boletos.
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