La crisis de los migrantes cubanos varados en Costa Rica ha supuesto una brecha en la región centroamericana. La región no consigue alcanzar un acuerdo para solucionar el problema y mientras tanto casi 10 mil cubanos esperan poder llegar a EE.UU.
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, abandonó este viernes la cumbre de jefes de Estado del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) defraudado por la respuesta obtenida por sus países vecinos, entre ellos Guatemala a quien acusó de insolidario.
En respuesta, el gobierno guatemalteco hizo público a través de un comunicado que "Guatemala es un país con vocación integracionista y solidario".
Asimismo, Guatemala no acepta que mientras a sus connacionales se les deporta a su país de origen, a los cubanos se les deporte hacia el norte.
"La solidaridad es en doble vía, deseamos colaborar con ese país pero ellos también deben comprender los problemas políticos, económicos y sociales", apuntó el comunicado.
Guatemala concluye con la esperanza de que Costa Rica comprenda que no se trata de trasladar el problema de un país a otro.