Galaxy A, la nueva gama de teléfonos inteligentes presentados el martes por Samsung, destaca por la delgadez y el acabado metálico de sus dispositivos, con los que la empresa tecnológica surcoreana espera atraer al público joven.
La compañía ha lanzado al mercado de todo el mundo dos terminales, el A3 y el A5, que miden menos de 7 milímetros de grosor y han sido diseñados para responder al fenómeno del "selfie".
Ambos cuentan con una cámara frontal de 5 megapíxeles que se puede disparar mediante gestos, incluyen una opción de autofoto panorámica, otra de enfoque automático de rostro y permiten realizar gif animados.
El vicepresidente de Samsung España, Celestino García, indicó en una rueda de prensa que esta nueva gama está orientada a los "millenials", usuarios jóvenes de entre 15 y 25 años.
Los nuevos teléfonos están equipados con tecnología 4G, tienen un procesador de 4 núcleos que funciona a 1.2 gigaherzios y posibilitan dividir la pantalla para visualizar varias aplicaciones a la vez.
El A3 dispone de una pantalla de 4.5 pulgadas de 540x960 píxeles de resolución y de 1.5 gigas de RAM, mide 6.9 milímetros de grosor y su cámara trasera es de 8 megapíxeles.
Pesa 110 gramos y su batería es de 1,900 miliamperios.
Por su parte, el A5 tiene una pantalla de 5 pulgadas de 1,280x720 píxeles de resolución, su RAM es de 2 gigas y cuenta con una cámara trasera de 12 megapíxeles.
Mide 6.7 milímetros de grosor, pesa 123 gramos y tiene una batería de 2,300 miliamperios.
Ambas terminales han salido a la venta el martes en los colores blanco, negro, plata y dorado, a un precio de 299 euros (346 dólares) para el A3 y de 399 euros (462) para el A5.
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