Si la Unidad Ejecutora de Conservación Vial (Covial) hubiera cumplido con su ejecución en los últimos años, las carreteras del país estarían en mejores condiciones. Pero no se puede volver al pasado, solo queda retomar las cifras que respaldan por qué se vive esta situación.
Desde 2012, Covial dejó de gastar 1 mil 243 millones de quetzales que tenía asignados para la conservación de 4,106 kilómetros de red pavimentada y 6,030 no pavimentados.
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En los últimos cinco años, la ejecución fue en descenso y registró en 2015 sus peores números, pues solo se gastaron 651 millones de quetzales.
No obstante, este año parece batir récords porque, en lo que va de 2017, Covial ha gastado únicamente Q265 millones, el 28% del presupuesto asignado.
En ese sentido, Covial tiene 685 millones de quetzales pendientes de gastar en los próximos dos meses. En el escenario más positivo, el ministro de Comunicaciones, Aldo García, pronosticó una ejecución a fin de año del 75%.
Para alcanzar esta cifra, el ministerio tendrá que salir a comprar a un ritmo 13 veces mayor que la velocidad que ha tenido en los últimos diez meses.
¿Por qué no se usó ese dinero?
Marvin Flores, de Acción Ciudadana, explicó que al tratarse de un fideicomiso “el dinero no se devuelve y permanece en manos del fiduciario (el banco)".
“El banco lo deberá dejar como saldo de caja y que se pueda usar para el próximo año, así es como debería funcionar”, señaló.
Sin embargo, no culpó directamente al fideicomiso, sino a las autoridades que los administraron.
“No ha sido la mejor ejecución por varios factores que afectan al modelo actual de contratación de obra pública: el clientelismo, el pago de favores en las campañas, la baja supervisión y la falta de planificación”, apuntó.
Además identificó que en los primeros años de una administración, como ocurrió el año pasado, la ejecución es baja por el desconocimiento en los procesos y al final de la administración tratan de gastar lo máximo posible.
Por su parte, el ministro García justificó que es el Ministerio de Finanzas el que autoriza la cuota que se va a ejecutar. "Si no ejecutas, no te da", respondió.
¿Qué viene después del fideicomiso?
Después de 20 años de vida, el fideicomiso del fondo vial termina el 15 de julio de 2019.
A partir de esta fecha se liquidará y, según García, Covial se quedará como unidad ejecutora propia del Ministerio de Comunicaciones.
Por el momento, el ministro detalló que ya no se utiliza el banco fiduciario y que los 35 millones de quetzales que quedan se liquidarán con deuda por pagar.
Por su parte, Marvin Flores recomendó a la cartera empezar a fortalecer a Covial “para que esté preparado” cuando el fideicomiso se liquide.
Los fideicomisos en general perdieron el sentido después de que el Congreso decidiera anularlos y hasta que terminen su vida útil se rigen por la Ley de Compras y Contrataciones, lejos de la versatilidad que les caracterizaba para asignar proyectos sin poder ser fiscalizados.
Para la diputada de Encuentro por Guatemala, Nineth Montenegro, el fondo vial era uno de los peores. “Si en algún fideicomiso ha habido actos de corrupción, ese ha sido el del fondo vial”, criticó.
También señaló que “en muchos casos los fideicomisos han estado fondeando bancos porque no se usaron y el dinero no retornaba de los bancos al sector público”, además de los intereses que cobran por la administración de esos fondos.
Su historia
En 1994, el Ministerio de Comunicaciones, Transporte y Obras Públicas creó el programa de mantenimiento de carreteras por contrato para atender la escasez de recursos y la emergencia de la red vial.
El programa contó en su mayoría con empresas de personal de la Dirección de Caminos que se acogió al plan de retiro voluntario.
Dos años después, el ministerio buscó otro mecanismo para poder contar con un presupuesto sostenido que permitiera ejecutar un mantenimiento permanente. Ahí surgió el fondo vial creado con el impuesto recaudado por consumo de combustible.
En 1997, se creó Covial para administrar el fondo y ejecutar el plan nacional de conservación y mejoramiento.
