Edgar Justino Ovalle, diputado electo por el partido de Frente de Convergencia Nacional (FCN), se encontraba en el Salón del Pueblo del Congreso, discutiendo la ubicación de su nueva curul cuando le llegó un mensaje a su celular. Entonces comprendió porque la prensa aguardaba para entrevistarlo.
Ovalle no ha sido juramentado diputado de FCN y ya tiene una solicitud de antejuicio interpuesta por el Ministerio Público acusado de realizar desapariciones forzadas durante el conflicto armado interno entre 1981 y 1988; delito por el cual ya fueron arrestadas 15 personas más, todos militares.
“Solo estuve tres meses en Cobán, eso fue en 1983, luego me fui a estudiar a Venezuela un año”, dijo Ovalle con la voz muy baja y buscando la salida con la mirada. El diputado electo y posible subjefe de bancada señaló en reiteradas ocasiones que desconocía por qué se le acusaba.
El diputado considera que el partido no sufrirá desgaste, pero al cuestionársele si cree que saldría bien librado de las acusaciones en su contra respondió: “posiblemente, sí”.
Morales y los militares
Consultado al respecto, Renzo Rosal, politólogo de la Universidad Rafael Landívar (URL), señaló que las capturas y el antejuicio no solo debilitan al partido del FCN sino que ponen aprueba a Jimmy Morales, y se confirma que el partido fue creado por militares precisamente de esa “ala del ejército de donde es originario Ovalle”.
Rosales destaca que lo peor que puede hacer el presidente electo es guardar silencio o salir a defender a su diputado minimizando las acusaciones. “Una muestra de fortaleza es pedir la renuncia de Ovalle, o pedirle que no asuma como diputado hasta que solvente su situación legal, pero eso es improbable”, añadió.
Sin embargo, el silencio en el partido es evidente. A una semana de la toma de posesión del nuevo Gobierno, ningún miembro de FCN se ha manifestado sobre el antejuicio.