La guerrilla comunista de las FARC declaró este miércoles que el proceso de paz para Colombia no debe convertirse en un "proceso judicial" y afirmó que ningún rebelde debe ir a la cárcel por haberse alzado en armas.
"Creemos que un proceso de paz no es un proceso de sometimiento ni rendición, también creemos que no puede convertirse en un proceso judicial" en que el Estado actúe "como juez y parte", dijo la guerrilla en un
comunicado leído a la prensa por el comandante
Walter Mendoza, uno de sus delegados en las negociaciones de paz con el gobierno colombiano en
Cuba, que buscan acabar un conflicto armado interno de medio siglo.
“En La Habana no se van a intercambiar impunidades, porque no es comparable el terrorismo de Estado al ejercicio del derecho a la rebelión; ningún guerrillero está dispuesto a pagar cárcel por haber ejercido dicho derecho.”
Walter Mendoza
Las negociaciones de paz, iniciadas en noviembre de 2012, se han visto complicadas por desacuerdos entre ambas partes sobre justicia ante los crímenes contra la humanidad cometidos a lo largo del prolongado conflicto, el último en América, que ha dejado unos 220 mil muertos y seis millones de desplazados, según cifras oficiales.