La posibilidad de que el presunto narcotraficante Eduardo Villatoro Cano, alías Guayo Cano, pudiera ser rescatado por los Zetas despertó en los miembros del Sistema Penitenciario (SP) un temor preventivo que les hizo redoblar la seguridad de este privado de libertad que se encuentra recluido en Fraijanes I, convirtiéndole en un recluso incómodo.
Bajo un fuerte perímetro de seguridad, Guayo Cano, fue trasladado el viernes pasado de las clínicas de la Policía Nacional Civil (PNC), ubicadas en la zona 1, hacia la cárcel de máxima seguridad Fraijanes I, en donde esperará a que inicie el juicio en su contra por la masacre de nueve agentes de la PNC en Salcajá, Quetzaltenango, sucedida el 13 de junio de este año.
Edgar Josué Camargo, director del Sistema Penitenciario, indicó que Cano se encuentra en F-1, en el área de alta seguridad y se cuentan con un número “necesario” de agentes de la PNC y del Ejército dentro y fuera del recinto carcelario.
“Me reservo cuántos agentes son, pero hasta el momento es la más alta seguridad que se maneja en todas las cárceles del país. Ningún otro reo posee este nivel de seguridad. Se teme un posible rescate”, detalló Camargo.
Cano fue capturado el 3 de octubre pasado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, junto a Edgar Waldimy Walace Herrera Villatoro, señalados de tener vínculos con el narcotráfico y el crimen organizado.
Tras su captura fue recluido en la clínica de la PNC dado que Cano fue capturado en una clínica de cirugía estética en donde se le hizo consulta por complicaciones en una liposucción practicada. Su estado era delicado.
La cárcel de Fraijanes I cuenta con personal médico y estos se encargarán de atender a Cano si fuese necesario.
Además, se le vincula con el asesinato de la fiscal del MP Irma Yolanda Olivares, crimen sucedido en diciembre de 2012.
En Fraijanes I, según Camargo, no existe otro reo con el mismo nivel de peligrosidad, esto con el fin de evitar que Fraijanes I se transforme en un polvorín.
Sin embargo, se encuentran recluidos en el mismo recintoJuan Alberto Ortíz, alias Chamalé; Mauro Ramirez, alias el León del Mar (protagonista de la balacera sucedida en el parqueo de Tikal Futura) y pandilleros como: Aldo Dupie Ochoa Mejía, jefe de la Mara 18; Axel Danilo Ramírez Espinoza, conocido como el Smiley; además de Javier González González, alias el Nica, cómplice de la banda de violadores que operaban en la Calzada Rosevelth.