Especialistas mexicanos indicaron que la pérdida repentina de la audición en un sólo oído, aunque suele afectar más a personas de entre 12 y 20 años, también ocurre en gente mayor.
Se trata del octavo motivo de consulta de urgencia otorrinolaringológica, los jóvenes la desarrollan como consecuencia de estrés, exceso de ejercicio y falta de descanso, en los adultos suele ser consecuencia de afecciones crónicas como diabetes e hipertensión.
El común denominador en el desarrollo de esta forma súbita de pérdida auditiva, es la interrupción de flujo sanguíneo a los vasos que irrigan estos órganos.
La sordera súbita idóneamente debe tratarse dentro de los primeros 15 días de su aparición, mucha gente acude al médico de manera tardía, en promedio luego de dos meses del inicio de los síntomas y esto aminora las posibilidades de éxito en el tratamiento. De no tratarse de inmediato, la enfermedad podría alcanzar el nervio auditivo y cuando esto sucede, el daño es irreversible.
La recomendación, es lo antes posible obtener atención médica, sobre todo en personas que tienen antecedentes familiares de sordera. A diferencia de otras discapacidades, la pérdida auditiva no es tan notable como la ceguera.
Con información de Diario Salud
