Los guatemaltecos han notado que varios restaurantes de la cadena de comida rápida Pollo Campero han cerrado repentinamente y sin previo aviso; mientras las preguntas afloran sin control sobre qué sucede con la marca, sus propietarios resaltan que se trata de una nueva estrategia que comenzó dos años atrás.
Con 43 años de haber nacido en Guatemala, Pollo Campero ha realizado pocas modificaciones en su marca, algunos cambios han pasado desapercibidos por los comensales o fueron olvidados.
Sin embargo, es la primera vez que suceden cambios tan abruptos y notorios para los clientes. En las últimas semanas la cadena cerró 12 restaurantes en las principales calzadas de la ciudad capital.
De los cierres, se destaca el Campero ubicado en la Calzada Aguilar Batres, el denominado “primer Pollo Campero”, también aquel pequeño restaurante ubicado sobre la calzada San Juan y 12 avenida, Colonia Florida, zona 19; además fue cerrado el que se encontraba en el centro Comercial Los Próceres, entre otros.
Cambios por cambios
¿Qué está pasando con los restaurantes de Pollo Campero? Carlos Ramírez, vicepresidente de Mercadeo de Pollo Campero, responde que la marca se acerca a un momento de renovación, empujada por cambios en la ciudad y en los consumidores.
Ramírez destaca que la ciudad ha sufrido cambios importantes, principalmente en la Calzada Raúl Aguilar Batres. “El desfogue del tráfico pesado del Anillo Periférico da justo en nuestro restaurante. Si uno quería ingresar era imposible ya que había una interminable fila de camiones”, señaló.
Agregó también que el restaurante ubicado en la colonia Florida, sobre la San Juan, era muy pequeño, tenía siete mesas, sin auto servicio, sin área infantil y sin posibilidades de expansión. “Ese restaurante fue el décimo y respondía a necesidades de 1970, no de ahora”, comentó el Ejecutivo.
Nuevos restaurantes
El cierre de los restaurantes de Pollo Campero es apenas la punta del “iceberg” de toda una evolución que la marca comenzará a mostrar a sus clientes durante este año; el primer paso fue el cierre de los restaurantes, el segundo y tercero, reubicación, reapertura y nuevos puntos de venta.
Los 12 restaurantes cerrados serán reubicados en diferentes puntos de la ciudad, “hacia donde los clientes van”, añadió Ramírez, destacando lugares como la Calzada Roosevelt, Carretera a El Salvador, Calzada Raúl Aguilar Batres y Paseo Cayalá, además de una apertura en Cobán y Quetzaltenango.
De acuerdo con Campero se abrirán de cinco a seis restaurantes nuevos por año, entre los que serán reubicados y nuevos puntos de venta.
Fuerte inversión
Ramírez destaca que se trata de la inversión más fuerte que Campero ha realizado en su historia, pues destinarán alrededor de 10 millones de dólares anuales durante los próximos tres años. "El objetivo es seguir siendo el lider en Guatemala y mantenernos por sobre la competencia", comentan.
El Ejecutivo añade que se remodelarán 10 restaurantes este año y se espera mantener este ritmo durante los próximos cinco hasta renovar los 140 restaurantes que opera la marca en todo el país; destacó que comenzarán por el que se encuentra ubicado en El Naranjo, Boulevar Vista Hermosa, Carretera a El Salvador, y abrirán uno nuevo en Pradera Concepción.
El vicepresidente de Mercadeo destacó que los 12 restaurantes cerrados serán reubicados a un ritmo de 5 y 6 por año.
El principal cambio que los consumidores percibirán será una actualización en el menú tradicional el cual comenzará a implementarse en los próximos seis meses.
“A veces solo se ve superficialmente, un capítulo de toda una historia que trata de una evolución que comenzó dos años atrás y seguirá extendiéndose en el tiempo. Campero cerró restaurantes y eso se ve como negativo, pero no lo es”, comentó Ramírez