Sin investigaciones y con fecha de caducidad, así llegó al país el comisionado Iván Velásquez para ponerse al frente de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), en octubre de 2013.
No obstante, ninguna de las dos premisas se cumplió y la figura del comisionado se impulsó hasta la categoría de héroe nacional por su lucha decidida contra la impunidad.
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Entre sus logros está haber llegado, junto al MP, hasta las más altas estructuras del Estado en los casos de corrupción.
Aún en contra de muchas mareas, Iván Velásquez salió a flote gracias al respaldo popular que acompaña su gestión. Hubo momentos críticos, amenazas para la no renovación de su mandato, y aún hoy ataques a su credibilidad.
Al cumplirse un año del caso "La Línea", Soy502 llegó hasta ese punto clave donde se gestó mucho de lo alcanzado en el tema de justicia: la sede de la Cicig. Ahí habló de esos días, las presiones que recibió y qué futuro le espera a la institución.
La comisión cumple un mandato original para luchar contra la impunidad en el país y apoyar en el fortalecimiento del sector justicia. No obstante, al encontrarse un estado con sus estructuras cooptadas, las investigaciones estaban interrelacionadas con los casos de corrupción. Además, Velásquez explicó que a partir de abril comenzaron con lo que luego se llamó "Jueves de CICIG" pues si su mandato terminaba en septiembre de 2015, tenía que dejar resultados antes de junio.
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Velásquez admitió que la respuesta ciudadana consiguió dar una nueva vitalidad al país ya que consiguieron que resurgieran las esperanzas de reconstrucción. "Nadie se esperaba que el destape de La Línea tuviera tal repercusión", explicó el titular de la comisión. Por otro lado, Velásquez destaca que su mayor preocupación era desestabilizar el sistema democrático dado que el país comenzaba en mayo el proceso electoral y se estaba destapando también la investigación contra Edgar Barquín, quien se postuló como vicepresidente junto a Manuel Baldizón, por el Partido Libertad Democrática Renovada (Lider).
El comisionado reconoció que el presidente se comportó de manera responsable atendiendo a la justicia. Sin embargo, señala que había fuerzas que estaban pidiendo la salida de CICIG del país, incluso después de que el mandato fuera renovado. Velásquez también recuerda la intención que había de desvincular a Roxana Baldetti del caso de defraudación aduanera. Incluso, recibió presiones del propio presidente para que tanto él como a la Fiscal Thelma Aldana, declararan que la exvicepresidenta no estaba involucrada. Sin embargo, nunca habló con él sobre si también él estaba involucrado.
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El tiempo que la comisión permanecerá en el país es incierto y depende de los avances que vaya experimentando el sector justicia. Por el momento, este lunes el presidente Morales asistió a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para solicitar la prórroga por cuatro años más que sería en dos procesos sucesivos. Por su parte, Velásquez destaca la labor en solitario del Ministerio Público, aunque aún queda mucho camino por recorrer.
Velásquez destacó que la independencia judicial, la carrera judicial y la mejora en la cobertura del sistema de justicia son los tres pilares básicos para que el país camine mejor. En sus últimas apariciones, el comisionado recomendó una reforma constitucional en los temas judiciales y si ve factibilidad con la actitud que está tomando el Congreso y la sociedad civil en los últimos meses.