La empresa distribuidora de energía eléctrica Energuate, tiene nuevos dueños después de que se oficializara este sábado el proceso de compra por parte de la empresa israelí I.C. Power Ltd., su tercer propietario en el último quinquenio.
Después de negociaciones, el fondo de inversiones británico que operaba Energuate, Actis, alcanzó un acuerdo de venta total con la empresa israelí subsidiaria de Kenon Holdings, por una cantidad de 299.5 millones de dólares.
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Cuatro años antes, Actis compró el conglomerado empresarial formado por la Distribuidora de Energía de Occidente, S.A. (DEOCSA) y la Distribuidora de Energía de Oriente, S.A. (DEORSA) por 345 millones a la empresa española Gas Natural Fenosa, 46 millones menos que el monto de venta.
Ni Energuate ni Actis han explicado la razón fundamental de la venta de Energuate, pero es sabido que la conflictividad social en el interior del país que afecta directamente a la infraestructura y modelo de distribución de la empresa pudo haber motivado la transacción.
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Otra de las teorías es que el fondo de inversión está buscando un nuevo reto en el cual pueda invertir y desarrollar su capital.
Luciano Galasso, profesional con más de 20 años de experiencia en el sector de distribución en numerosos países de Sudamérica, fue nombrado como nuevo Gerente General de Energuate.
En Guatemala, la energía eléctrica es generada y comprada de los generadores privados por la empresa pública Instituto Nacional de Electrificación (INDE). La labor de Energuate es distribuir la energía que compran a INDE por el territorio que abarca.
Energuate distribuye energía eléctrica al 60% de la población guatemalteca.
La actividad de Deocsa y Deorsa engloba prácticamente la totalidad de los 22 departamentos. Tan solo el distrito central, Sacatepéquez y Escuintla tienen cobertura de la Empresa Eléctrica de Guatemala, S.A. (EEGSA).
En total, Energuate contabiliza más de 1.6 millones de usuarios a los que les distribuye energía y entre los que se encuentran hogares, comercios, empresas e instituciones.
En los últimos años aumentaron los conflictos sociales en varias comunidades de la provincia, donde fueron atacadas las instalaciones de la empresa exigiendo la nacionalización de la energía eléctrica.
La resistencia comunal ha provocado situaciones críticas como el secuestro del alcalde de La Democracia, en Huehuetenango, y seis empleados de Energuate, en mayo de 2014.
Además, la empresa distribuidora ha sufrido constantes daños en su infraestructura y robo de energía por parte de los pobladores.