Los empresarios emisores de tarjetas de crédito se pronunciaron en contra de la nueva Ley que regula el crédito a través del plástico y que impone una tasa tope de interés anual. Al entrar en vigencia la normativa, advierten, los emisores deberán cancelar las tarjetas de más de medio millón de tarjetahabientes.
La nueva Ley de Tarjetas de Crédito, misma que aún no ha terminado de aprobarse y que tiene pendiente su entrada en vigencia, impone una tasa de interés de alrededor del 26% anual. La Asociación de Medios de Pago de Guatemala (AEMPG) estima que las pérdidas para el sector son incalculables.
Juan Bernardo Rivera, presidente de la AEMPG, explicó que existen alrededor de 1 millón 600 mil tarjetas de crédito, dos por cada persona, y que al entrar en vigencia la Ley se cortaría “inmediatamente” a alrededor de 500 mil usuarios, es decir, más de un millón de tarjetas.
Según Rivera, será más difícil adquirir una tarjeta de crédito de ahora en adelante, pues los solicitantes deberán tener ingresos superiores a los 12 mil quetzales mensuales, según sus cálculos.
Costos de operación
Los costos de cada tarjeta de crédito, según Rivera, equivalen a un 60%, lo que se cobra de tasa de interés actualmente, y lo desglosa en 10% de costo financiero, 15% de costo de riesgo y 35% de costos de operación.
Colocar la tasa a un 26%, explica, quedaría muy por debajo del total, lo cual hará que el mercado de las tarjetas de crédito se contraiga y reduzca, incluso, los ingresos tributarios, que se calculan en más 3 mil millones anuales de IVA por compras que se realizan con tarjetas de crédito.
Rivera detalla que del 100% de usuarios de tarjetas de crédito, tan solo el 4% se encuentra en un rango de mora altísimo, por lo que rechaza que la Ley se haya aprobado para beneficio de muchas personas que no pueden pagar su deuda.
Más solicitudes
Consultado al respecto, Carlos Barreda, diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y quien fuese promotor del artículo que impone una tasa fija a las tarjetas de crédito, señala que la industria de las tarjetas de crédito se verá compensada con una ola de nuevas solicitudes.
Barreda, además, explica que existen bancos que cobran menos del 26% de interés anual, y los que están fuera de ese rango deberán buscar procesos más eficientes para estar dentro del mercado. “Podría haber cancelaciones, como ellos dicen, pero habrá más personas interesadas en adquirir tarjetas, porque habrá condiciones más favorables”, comentó el diputado de la UNE.