Grooming viene del verbo inglés groom, que significa “acicalar”. Es un procedimiento donde la higiene y la estética se unen, para consentir a una mascota y hacerla lucir bien. El baño, el corte según la raza, el cepillado, la limpieza de oídos, las glándulas, la aplicación de color y el corte de uñas, son algunos de los pasos de esta tendencia, que se ha hecho muy popular en el país.
La estética canina tiene sus raíces en la aristocracia europea del siglo XIX. Los perros de la corte recibían cuidados ya que eran una especie de “accesorio” para sus acaudalados dueños, que también los trataban como miembros de la familia.
Esto se repite en la actualidad. La mascota ha dejado de ser el perro guardián, descuidado, que vive en el jardín para vivir en nuestro hogar. Ello trae buenas noticias que se traducen en “conciencia” de su atención y la responsabilidad de adoptar un animal y atender sus necesidades.
Los cuidados regulares de una mascota son: vacunas anuales, cuidado dental y ejercicio, además de una especial atención a sus hábitos alimenticios y visitas regulares al veterinario.
Xiomara Saenz, Gerente de Marketing del centro especializado “Dogs Mart”, cuenta, acerca de la evolución del grooming en Guatemala, que en el año 2002 la marca abrió el primer centro de cuidado de mascotas en “Villa Clarita”, carretera a El Salvador, pero en ese tiempo la gente no estaba acostumbrada a brindar servicio a sus mascotas.
Expertos aconsejan que el grooming debe ser hecho por profesionales, pues utilizar las herramientas adecuadas es fundamental para evitar lastimarlos o crearles alguna enfermedad por el mal uso de los productos de limpieza. Este tratamiento dura aproximadamente 40 minutos.
Además recomiendan crear en el perro desde cachorro, la idea del grooming como una forma de consentirlo, para que no asocie la experiencia con algo malo o tortuoso. Es importante que en el lugar donde se realice esta práctica haya espacio suficiente para evitarle el estrés; la ventilación e interacción con la persona encargada también es básica.
“Realizamos cita previa porque todos necesitan espacio necesario y cuidados específicos para trabajarlos”, comenta Saenz, quien también cuenta que no sólo los perritos son beneficiados con esta práctica, también reciben gatos y clientes muy particulares como conejillos de indias y hasta un burrito enano.