El ex presidente Alfonso Portillo aceptó hoy ante la Corte haber recibido 2.5 millones de dólares del Gobierno de Taiwán para “utilizar” su influencia y que Guatemala mantuviera relaciones diplomáticas con esa nación.
Esa fue parte de la confesión que el ex gobernante hizo ante el juez Robert P. Patterson, que el próximo 23 de junio dictará sentencia y decidirá el futuro del ex Presidente.
Portillo recibió cinco cheques, el primero fechado el 10 de enero de 2000, cuatro días antes de asumir la presidencia de la república, otros dos el 25 de julio de ese mismo año y otros dos fechados en el año 2002.
Los tres primeros cheques fueron depositados en una cuenta bancaria en Miami, Florida.
Los últimos dos se hicieron a nombre de la compañía Oxxy Financial Corp, con sede en Panamá.
Según la fiscalía del distrito sur de Estados Unidos, parte del dinero fue depositado en cuentas bancarias de la ex esposa de Portillo, que se suicidió, y de su hija mayor Otilia.
El dinero llegó a ellas a través del banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) en París, Francia, Luxumburgo, Suiza y otros lugares.
Según la confesión de Portillo, las transacciones fueron diseñadas “en parte para ocultar y disfrazar el origen de la propiedad del dinero”.
El abogado de Portillo en Guatemala, Mauricio Berreondo, explicó en entrevista con Soy502.com que la confesión del polémico Portillo servirá para lograr una condena mínima.
Además, explica detalles del porqué de la confesión, que se preparó desde octubre de 2013, cuando en una audiencia el mismo juez Patterson anunció que las pruebas no eran suficientes.
MP va por los bienes
La Fiscal General Claudia Paz y Paz declaró que ya existe un proceso iniciado contra Portillo para la extinción de sus bienes “para el cual es muy importante la declaración de culpabilidad”, expresó.