Al final EE.UU. cumplió su palabra y el Plan de Alianza para la Prosperidad continúa. La cifra es 250 millones de dólares inferior a la propuesta por Barack Obama pero, por lo menos, se fijó el rubro presupuestario en 750 millones de dólares.
Con esta ayuda para el plan que conjuntamente Guatemala, El Salvador y Honduras plantearon al gobierno estadounidense se garantizan oportunidades de desarrollo y crecimiento económico, para entre otras razones, frenar entre otras la migración hacia ese país.
Tras varias semanas de discusión, los congresistas de ambos partidos consiguieron llegar a un consenso bipartidista sobre el paquete presupuestario para el año fiscal de 2016 que quedó valorado en 1.15 billones de dólares y que contiene recortes fiscales para empresas y trabajadores de bajos ingresos por 680 mil dólares y que levanta la prohibición de exportar petróleo.
Finalmente, el Congreso de EE.UU. emitió este viernes 316 votos a favor y 113 en contra. Después el Senado lo ratificó con 65 a favor frente a 33.
En un principio, los órganos legislativos de EE.UU. quisieron modificar la cifra proponiendo que la cifra fuera de 275 millones de dólares, según el Congreso y de 725 millones, según el Senado.