Los seres humanos estamos acostumbrados a dormir aproximadamente ocho horas diarias para recuperar las energías perdidas. ¿Se podrá cambiar este sistema para aprovechar mejor la jornada?.
Es posible cambiar nuestros hábitos de sueño de una forma radical, que nos permita aprovechar al máximo el día y obtener más tiempo. A esto le llaman sueño polifásico, ¿realmente funciona?, ¿puede ser dañino para la salud?, conoce porqué la ciencia no apoya este cambio radical.
¿Qué es el sueño polifásico?
Los humanos somos monofásicos, o bifásicos a la hora de dormir. Esto quiere decir que lo hacemos una vez al día durante un período considerable, normalmente ocho horas.
Existen, sin embargo, casos menos comunes de personas que muestran un sueño polifásico, es decir, varios momentos de sueño a lo largo del día. Esto por desórdenes del sueño o necesidades varias. Por ejemplo algunos profesionales militares o los astronautas.
El sueño polifásico se suele asociar a un estado de alerta constante en la naturaleza. Una manera de aprovechar la actividad al máximo para evitar peligros.
¿Podemos volvernos polifásico?
Sí, se puede adoptar un sistema de sueño polifásico. Nuestra fisiología tiene las herramientas necesarias para hacerlo. De hecho, existen numerosas personas que lo han hecho. Los bebés y las personas en edad avanzada tienden más a ser polifásicos. Lo más común es un desorden en el ritmo circadiano. Nuestro sistema de "reloj interno". Este lo controla todo: desde nuestro apetito hasta nuestra sensación de cansancio a lo largo del día.
El ritmo circadiano se "entrena" día a día, ajustándose a nuestros hábitos. Cuando se vuelve irregular, como en caso de enfermedad, puede causar graves trastornos, incluso llegar a ser letal.
Actualmente existe un movimiento que aboga por adoptar un régimen de sueño polifásico para aprovechar más horas al día. Para ello se aconseja seguir unos patrones de sueño determinados conocidos como bifásico, Everyman, Dymaxion y Uberman. Estos sistemas han sido propuestos por diversas personas, entre ellas psicólogos, a lo largo del tiempo. El primero y más importante en proponer y probar uno de estos sistemas fue Buckminster Fuller quien proponía una siesta de treinta minutos cada seis horas. Algunos de estos sistemas son bastante agresivos con las horas de sueño diarias, llegando a reducir el período hasta las dos horas totales.
¿Perjudica la salud?
No todos tienen la capacidad de adaptarse bien a este sistema. Para poder adoptar un sistema de sueño polifásico tenemos que poder adaptar nuestro ciclo circadiano, lo que fisiológicamente es costoso y molesto, cuando no peligroso.
- LEE TAMBIÉN: Mitos y verdades sobre la cena
*Con información de hipertextual