El manejo de la dieta y su impacto en el metabolismo podría ser beneficioso en el tratamiento de la epilepsia, según un grupo de investigadores de Japón.
El hallazgo publicado en la revista Sciencie, que da un giro al enfoque tradicional del tratamiento neuronal de la enfermedad, podría llevar al desarrollo de nuevos medicamentos, dado que los tratamientos actuales no son efectivos para un tercio de los pacientes.
La investigación parte de un descubrimiento de los años veinte: la dieta cetogénica, que se basa en las grasas y limita al mínimo los carbohidratos para aliviar los casos de epilepsia resistente a los medicamentos.
La dieta permite que la fuente principal de energía del cerebro ya no sea la glucosa sino las cetonas, lo que repercute en la inhibición de la enzima lactato deshidrogenasa (LDH), clave en la comunicación metabólica entre los astrocitos y las neuronas. Es decir, que bloquea la excitación neuronal y evita las convulsiones en ratones con epilepsia.
"Por consiguiente, los inhibidores de la LDH serían los primeros medicamentos antiepilépticos en imitar las dietas cetogénicas", señala el artículo.
La tesis del estudio es que hay suficientes pruebas de que "elementos no excitables" del sistema nervioso central (los astrocitos, el sistema vascular y el sistema inmunitario) juegan un papel más importante del que se había considerado en el tratamiento de la epilepsia.