Una nueva moda china está revolucionando las redes sociales. Se trata de un "desafío" que pide a las jóvenes que midan su cintura con una hoja de papel A4, la cual tiene 21 centímetros de ancho. Si su cuerpo no sobresale de los extremos, tienen las medidas "ideales".
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El diario estatal chino People's Daily lo describió como un "desafío para ponerse en forma" y la actriz Zhang Li lo popularizó, con una foto que se volvió viral en varias redes sociales.
Sin embargo, son muchas las personas que advirtieron que esta moda pone en riesgo la salud y presenta una imagen irreal del cuerpo, y publicaron fotos sosteniendo sus títulos universitarios y criticando la tendencia. Incluso las autoridades chinas se sumaron al debate.
Pero esta no es la primera vez que este tipo de retos causa polémica.
Este reto viral, también originado en China, pretendía "comprobar" si una persona estaba "lo suficientemente delgada". El desafío consistía en publicar una fotografía rodeando su cintura con el brazo y tocando el ombligo con su mano.
La tendencia se hizo especialmente popular en la plataforma audiovisual Weibo, donde en junio de 2015 ya había sido mencionada por más de 130 millones de usuarios y también dio lugar a un intenso debate sobre la promoción de una imagen corporal de las mujeres poco saludable, por lo que algunos médicos advirtieron que esta tendencia fomenta desórdenes alimenticios y "distorsiona" los estándares de belleza de la sociedad.
Esta dieta, que se empezó a difundir a inicios de 1900, consistía en comer parásitos para intentar perder peso. Quienes seguían la dieta debían ingerir huevos de lombriz solitaria, generalmente en píldoras. En teoría, estos gusanos alcanzan la madurez en los intestinos, absorbiendo la comida, lo cual causaría una pérdida de peso, pero también diarrea y vómitos.
Según los médicos, la dieta es peligrosa en muchos sentidos. No sólo porque la lombriz puede crecer hasta los nueve metros de longitud, sino también porque puede originar muchas enfermedades, incluyendo problemas en la vista, meningitis, epilepsia, demencia e intensos dolores de cabeza.
Esta dieta promete quemar toxinas y acelerar el metabolismo, pero la acidez del vinagre también puede llegar a provocar quemaduras en el estómago y, según la Universidad de Columbia, en EE.UU., "no hay evidencia científica de que tenga efectos en el peso".
Los dietistas aseguran que no se trata de algo nuevo. Lord Byron fue uno de los primeros que, a principios de 1800, popularizó la famosa "dieta del vinagre". Con el fin de limpiar y purgar su cuerpo, pensó que tomar vinagre a diario sería una buena idea. Y los efectos secundarios incluían vómitos y diarrea.
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Byron estaba obsesionado con su delgadez: en 1,806 pesaba 88 kilos y en 1811 su peso se redujo a 57. Los médicos insisten en que obsesiones como esta, pueden ser perjudiciales para la salud.
Con la Revolución Industrial, el uso del caucho o látex se popularizó y comenzó a fabricarse ropa interior de goma. Se pensaba que este material, además de disimular los rollos, casaba sudoración y conducía a la pérdida de peso. La utilizaban tanto hombres como mujeres, aunque provocaba irritaciones que podían dar lugar a infecciones.
Un ejemplo similar es la ropa de entrenamiento que acelera la sudoración y que se ha popularizado entre mucha gente debido a la "falta de tiempo", pero puede llegar a ser contraproducente, llevando a la pérdida de líquidos y minerales vitales, o exponiendo a quien la usa a lesiones musculares.
La obsesión por tener una cintura extremadamente fina no es nueva. A fines del siglo XIX nació otra tendencia que se volvió muy popular: el corsé de la cintura de avispa. Las mujeres de la era victoriana debían usarlo para tener una figura con forma de reloj de arena, corríendo el riesgo de dañar órganos internos y deformar sus costillas, pues la cintura quedaba reducida a 40 centímetros.
La tendencia vuelve a estar en auge, en forma de fajas muy ajustadas alrededor de la cintura, que las mujeres deben llevar durante varias horas o mientras realizan ejercicio.