La razón para que el ex presidente Alfonso Portillo se haya declarado culpable en una Corte de Estados Unidos no debe sorprender; un acuerdo con la fiscalía de Nueva York, por contradictorio que parezca, pondrá en libertad al polémico ex jefe de Estado.
El objetivo es obtener una sentencia más corta de seis años, cuando la pena máxima por el delito que se le acusa es de 20 años.
Eso garantizaría su regreso a Guatemala más pronto de lo que muchos esperaban.
El juez federal Robert Patterson dictará la sentencia el próximo 23 de junio, según fuentes de la fiscalía citadas por agencias de noticias.
El acuerdo
El acuerdo consiste en el pago de 2.5 millones de dólares, dinero que Portillo aceptó haber lavado en el sistema financiero estadounidense. A cambio de eso la fiscalía pidió una sentencia de entre 46 y 71 meses de cárcel.
"Esas son las directrices para la imposición de penas propuestas por la fiscalía. El juez no está obligcado a seguirlas" declaró Preet Bharara, fiscal federal de Manhattan, en entrevista con agencias de noticias.
El tribunal federal estadounidense lo juzga por conspiración para el lavado de dinero de 2.5 millones de dólares, dinero que habría recibido como soborno de parte del Gobierno de Taiwán para mantener "buenas" relaciones diplomáticas.
Pero el polémico ex mandatario ya suma 5 años en prisión desde que fue capturado en su huida a Belice, extraditado de México y trasladado a Guatemala, donde fue absuelto por un Tribunal de Sentencia, por un caso de supuesta corrupción que la fiscalía no logró probar y que no apeló para poder entregarlo al gobierno de Estados Unidos.
Esto significaría que la pena está casi cumplida.
El abogado constitucionalista Gabriel Orellana, miembro del equipo que defendió a Portillo en Guatemala, explica que en muchos casos que se persiguen en Estados Unidos, cuando el sindicado se declara culpable, es porque hay un acuerdo confidencial previo.
Orellana opinó que el acuerdo es lo más sensato en este caso debido a que, según él, la fiscalía no tiene pruebas para acusar al ex Presidente.
La pena contra Portillo sería proporcional al dinero que habría sido lavado y que según sus abogados suma 2.5 millones de dólares.
Los cheques chinos son las pruebas
Según la fiscalía, Portillo recibió varios cheques del gobierno de Taiwán, aunque en Guatemala esto no se logró comprobar.
La investigación inició por una denuncia interpuesta por la ex fiscal Karen Fischer.
Fisher recordó que a su buzón llegó un sobre con los cheques que habían sido endosados por Portillo.
El primero, de fecha 10 de enero de 2010, cuatro días antes de asumir la presidencia, era de 500 mil dólares.
Los otros dos fueron recibidos el 25 de julio del mismo año y sumaron un millón de dólares.
Los tres cheques no fueron depositados en cuentas de Portillo, se presume que pudo haberlo cobrado en efectivo o a través de cheques de caja. A eso se agregan otros dos cheques que fueron descubiertos en investigaciones posteriores.
Fisher confirma que al haberse declarado culpable, Portillo será beneficiado con una pena menor a los 20 años, que era la máxima por el delito que se le acusa.
“No sabemos las condiciones, si será testigo” dijo en relación al acuerdo al que Portillo habría llegado con la justicia estadounidense.
La acusación
La acusación del fiscal federal menciona: “Portillo está acusado de convertir el puesto de la Presidencia de Guatemala en su cajero automático personal”.
Portillo, que en septiembre cumplirá 63 años, ha puesto en vilo con su confesión a las autoridades de Taiwán.