La captura del jefe de la Administración Tributaria y su antecesor, vinculados a una red de defraudación aduanera que desvió millones de quetzales producto de la recaudación de impuestos, coloca de nuevo sobre la mesa la discusión sobre una reforma total al ente recaudador.
Durante los últimos tres años, la SAT no ha sido capaz de alcanzar las metas de recaudación, lo cual merma los ingresos del Estado obligándole a adquirir financiamiento a través de deuda para gastos de funcionamiento. Y la excusa del incumplimiento era evasión en impuestos y contrabando.
Este jueves la evidencia estalló frente a sus narices, puesto que la captura de Omar Franco, jefe de la SAT y Carlos Muñoz, su antecesor, reveló una estructura ofrecía cobrar el 40% de impuestos para ingresar al país, a cambio de darles a ellos el 30%.
Un día antes de su captura, Omar Franco dijo a los medios que la caída en la recaudación tributaria se debió a una caída en el precio de los combustibles, así como cambios en el precio del quetzal frente al dólar, modificando sus anteriores declaraciones donde señaló que una caída en el Impuesto Sobre la Renta (ISR) provocó la debacle.
Agujero fiscal
“Ahí está el agujero fiscal”, comentó Paulo de León, consultor del Central American Business Intelligence (CABI), quien recalcó que la corrupción se les fue de las manos y sugiere que debe hacerse una auditoría a la SAT de pies a cabeza.
De León estima que la evasión de impuestos en la SAT, que posiblemente esté vinculada a esta red de corrupción pudo haberle costado al Estado hasta el 2% del Producto Interno Bruto (PIB). “Eso es lo que se ha reducido en ingresos tributarios porque teníamos el 12.5%, pero no podremos saberlo con certeza”, añadió.
Golpe a la credibilidad
Hugo Maúl, director del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), detalló que se trata de un golpe mortal para la credibilidad de la SAT y que es la oportunidad para evaluara una reforma completa a la Administración Tributaria.
Maúl sugirió que la SAT debe hacer una evaluación sobre sus pretensiones de recaudación para este año ya que la noticia podría impactar negativamente. “Por un lado uno se asusta, pero habría que ver hasta donde llega la investigación, porque me atrevo a asegurar que esto es tan solo la punta del iceberg”, comentó.
¿Qué pasará con la SAT?
Consultado sobre el tema, Carlos González, consultor de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), indicó que lo positivo de las capturas es que se persiga y penalice la corrupción, pero lo negativo viene en forma de pregunta ¿Qué pasará con la SAT?
González señaló que debe prestarse atención en quién es nombrado como nuevo jefe de la SAT, ya que es quien estará detrás de una de las instituciones más importantes de la administración pública. “Hoy se van unos, o los capturan. Se debe poner gente a prueba de fuego”, dijo.
Pero se lamentó que los procesos que existen para elegir a los funcionarios, como las Comisiones de Postulación, también estén cuestionadas en sus procesos. “Podría ser una vía, pero miremos las cortes, el ministerio público y el Tribunal Supremo Electoral, hay presiones a nivel legislativo para elegir a ciertas personas”, detalló.
Finalmente, González propone que el presidente Otto Pérez debe asesorarse para buscar a la mejor persona posible para sustituir a los capturados este jueves. “Debe colocar personas incorruptibles, esa es la clave”.
