Si el calor de los últimos días te ha hecho cuestionar si tu desodorante realmente funciona, no significa que debas cambiarlo, podría ser que no le dediques el tiempo necesario.
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La clave podría estar en “el corre, corre” de las mañanas, cuando debes apresurarte para darte una ducha, secarte, cambiarte y aplicarte el desodorante, justo antes de salir hacia tu trabajo o centro de estudios. Esta rutina es algo común en la mayoría de personas, el problema es que si tras colocarte el desodorante empiezas a moverte, es probable que el sudor lave el producto.
Los antitranspirantes no actúan de inmediato, necesitan al menos 15 minutos para actuar y fijarse en la piel, por ello tras aplicarlo, lo correcto sería que te sentaras a esperar.
Si no cuentas con el tiempo los 15 minutos para esperar que tu piel absorba el desodorante, puedes utilizar una secadora para agilizar el proceso.
* Con información de iMujer
