El "Monje" o el "finquero", originario de Huehuetenango, creó un imperio a base del dinero que cobró por traficar con ciudadanos guatemaltecos, ecuatorianos, macedonios, albaneses y de otras nacionalidades.
Se trata de Julio César Serrano Samayoa, dueño de una empresa de transporte de carga y poseedor de varios terrenos. Entre sus aficiones destaca su gusto por los caballos pura sangre.
Por Facebook
Serrano, permanecía al día con la tecnología y, a través de las redes sociales, se comunicaba con los “clientes” y “contactos” por medio de su perfil en Facebook, Julio Serrano, el cual ahora está inactivo.
Según investigadores, "el Monje" tenía varios perfiles.
La investigación determinó que, a través de esa herramienta, el supuesto coyote intercambiaba información con sus aliados en otros países y lugares de Guatemala.
Además, tenía traductores que facilitaban la comunicación con la víctimas extranjeras.
Lo delatan
Serrano quizá seguiría en la impunidad si no hubiese sido delatado por testigos que describieron como la persona que les “ayudó” a llegar a Estados Unidos.
Su residencia en la cabecera de Huehuetenango, está rodeada de cuatro torres y, desde las alturas, sus empleados vigilaban y alertaban de cualquier movimiento, pero la madrugada del pasado once de junio –cuando fue capturado- no pudo escapar.
Ahora espera que la Fiscalía contra la Trata de Personas formalice la acusación en su contra y se decida si debe enfrentar juicio.
El jefe de la fiscalía, Alex Colop, declaró que el delito de tránsito ilegal de personas es difícil de comprobar.
Lo señala
Los testigos son cuatro ecuatorianos y un albanes, quienes describieron a detalle el modo de operar de “el Monje” y contaron que, desde Ecuador, fueron llevados a San Pedro Sula, Honduras, vía áerea.
A Guatemala llegaron a través de uno de los pasos ilegales, hasta Huehuetenango, para luego llegar con éxito a EE.UU.
Serrano podía cobrar a los guatemaltecos para trasladarlos a EE.UU. entre 20 y 30 mil quetzales, a ecuatorianos entre 30 y 40 mil quetzales y a otros ciudadanos, más de 60 mil.
Más casos
La fiscalía que investiga a los “coyotes” mantiene abiertos otros cuatro expedientes que involucran a más de una docena de implicados.
Además de los traficantes, se procesa a empleados del Registro Nacional de las Personas (Renap) por facilitar documentos falsos.
En uno de esos casos se procesa a varios empleados del Renap, que facilitaron documentos a un africano, a quien lo hicieron pasar por ciudadano de Morales, Izabal, logrando así viajar a Europa.