El contrato por 115 millones de quetzales que el Gobierno había adquirido para el cuidado y saneamiento del Lago de Amatitlán por cinco años será rescindido por mutuo acuerdo, informó el presidente Otto Pérez.
El mandatario explicó que la empresa israelí Tarcic, S. A. está en “la mejor disposición” de anular el contrato con la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (AMSA) debido a la controversia que se generó en torno al tema.
El proyecto total estaba valorado en 137.8 millones de quetzales, de los cuales 22.8 ya habían sido erogados para la adquisición de una fórmula química que sería aplicada en el cuerpo lacustre.
Pérez afirmó que el problema para dar marcha atrás gira en torno a la parte de los 22.8 millones de quetzales, por lo que la Procuraduría General de la Nación ya se encuentra en la búsqueda de una solución.