El Congreso de la República aprobó de Urgencia Nacional con 106 votos la polémica Ley de Tarjetas de Crédito, misma que habría enfrentado a algunos legisladores, pero la mayoría de bancadas dentro del hemiciclo acordó dejar para la próxima semana la redacción final y aprobación por artículos para presentar cuatro enmiendas esenciales.
La iniciativa 4651, Ley de Tarjetas de Crédito, es simple: derogar el Capítulo IV del Código de Comercio, que regula las tarjetas de crédito, para ser sustituido por una nueva ley, la cual deja como límite máximo un 10% anual en la tasa de interés.
Sin embargo, los legisladores contemplan que dicha reducción podría ser inconstitucional, por lo que se redactarán las enmiendas. Amílcar Pop, diputado de Winaq, explicó que la discusión propone fijar un parámetro de cobro de interés entre un 2% y 7% anual, por encima de la tasa de interés líder que publica mensualmente el Banco de Guatemala.
Las otras enmiendas contemplan eliminar el artículo tres de la iniciativa que deja las "modalidades abiertas", regular el tema de costos y servicios, porque es una ventana de cobros ilegales, según los legisladores.
Se contempla poner un límite al endeudamiento por tarjeta y que si la deuda ya excede el 150% del total deberá pagarse inmediatamente. "Pero este es un tema en el que debemos ponernos de acuerdo y aprobar las enmiendas el próximo martes", añadió Pop.
Contenido de la ley
Además, esta iniciativa define nuevas directrices para todo tipo de tarjetas de crédito, así como para los emisores, a quienes les prohíbe la contratación de empresas para el cobro de morosos, así como la utilización de personas particulares para dicho proceso.
La propuesta obliga a los emisores de tarjetas a realizar un estudio crediticio de la persona que solicita la tarjeta con el fin de determinar su capacidad de pago, y según la nueva iniciativa, el monto de la tarjeta de crédito no puede ser mayor a dos veces el ingreso mensual de la persona que la solicitó.
Tarjetazos y consumidores
Según la Superintendencia de Bancos (SIB) los guatemaltecos adeudan, al 30 de septiembre pasado, 8 mil 333 millones de quetzales por consumo con tarjetas de crédito. Las tasas de interés varían por el tipo de tarjeta y los ingresos del tarjetahabiente, los cuales van entre el 2% y 5% mensual.
Guatemala ha tenido un incremento desmesurado en el consumo a través de la tarjeta de crédito, siendo aceptada cada vez con mayor naturalidad, pues las cifras de la SIB muestran que en 2007, la deuda total al utilizar el plástico era de 2 mil 700 millones de quetzales, pero al cierre de 2014 la cifra superó los 7 mil 900 millones de quetzales, es decir, un crecimiento del 190%.
Otra iniciativa de ley que se discutirá en el Congreso es una reforma a la Ley de Protección del Consumidor, con la cual se pretende transparentar el consumo del tarjetahabiente y el detalle que debe poseer un estado de cuenta, para que los usuarios sepan exactamente cuánto pagan de intereses por el consumo realizado.
País sin tarjetas
Para Luis Lara, presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), la ecuación es simple: si los diputados aprueban esta ley, el país se quedará sin tarjetas de crédito, pues serán emitidas fuera del país para que la ley no aplique.
Lara ejemplifica con una tarjeta de crédito de 2 mil quetzales, y señala que solo enviar los estados de cuenta equivale al 6% del total; y el gasto administrativo, el software tendría un costo mínimo del 20%. “Y quieren establecer el 10%, no tendría sentido, ya no habría negocio”, señala.
Lara asegura que tratar de controlar los precios es un error, ya que estos deben estar condicionados por el mercado, pero agregó que el negocio de las tarjetas de crédito debe ser más transparente con la tasa de interés que se cobra, sin poner límites.