Los congresistas estadounidenses de origen hispano se declararon hoy "rotundamente" en contra de acelerar las deportaciones de los menores inmigrantes y pidieron al presidente Barak Obama salvaguardar sus derechos ante la ley.
En una conferencia en la sede del Caucus Hispano (CHC), el congresista demócrata Luis Gutiérrez se declaró "a favor" de apoyar la aprobación de fondos suplementarios pedidos por Obama, pero sólo "si no se hacen cambios" a la ley vigente de 2008 que impide la deportación inmediata de los menores procedentes de Centroamérica.
Esa es una de las medidas que sopesa la Casa Blanca para agilizar la deportación de los menores inmigrantes que llegan masivamente al país y que según cálculos oficiales suman 57.000 en los últimos 10 meses, la mayoría procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Gutiérrez se refería a la petición de Obama al Congreso de 3.700 millones de dólares para paliar la crisis migratoria aumentando la vigilancia en la frontera y ampliar los recursos en los centros donde se detiene a los menores centroamericanos.