La conductora de un bus escolar en Oklahoma, Estados Unidos, salvó a un niño de seis años de morir asfixiado, luego de que éste se tragara una moneda y se quedara sin respirar.
El incidente ocurrió cuando el autobús estaba detenido, la conductora Ginger Maxville informó que en un principio no se había dado cuenta de lo que ocurría y que posteriormente pensó que se trataba de una broma para no seguir las instrucciones de estar sentado.
"Estaba rojo intentando conseguir un poco de aire" afirmó la conductora.
De inmediato la hermana del menor afectado alertó a Maxville, quien utilizó sus conocimientos de primeros auxilios e hizo la maniobra de Heimlich (que consiste en desobstruir el conducto respiratorio) con lo que consiguió que expulsara la moneda.
Durante una entrevista con la cadena NewsOn6 la madre del niño, informó que la conductora es un ángel; mientras que la prensa estadounidense la califica como heroína.
* Con información de elpais.com