Los 700 alumnos de la Escuela República de Italia en Chinautla vieron cómo la violencia les cambió la vida y ahora se ven expuestos a los peligros de la calle al tener que trasladarse a otra escuela.
Desde el 3 de octubre, cuando el Ministerio Público encontró el cadáver de Dulce Raquel Velásquez enterrado en el patio de esta escuela, los niños no han regresado a clases y lo único que les han dicho es que terminarán el ciclo lectivo 2014 en las instalaciones de la Escuela Marta Bolaños de Prado, siempre en Chinautla, pero a más de un kilómetro de sus casas.
"Mi mamá no puede ir a dejarme, voy a tener que pagar bus o tuc tuc para ir a estudiar, pero siempre es peligroso andar en estas calles", dijo Eduardo, quien cursa el cuarto grado de primaria en la escuela República de Italia y quien no se siente cómodo con la situación que le toca vivir ahora.
Dulce Raquel fue asesinada por el esposo de la conserje de la escuela, Edwin Haroldo Vanegas Castañeda, quien la había secuestrado para pedir rescate a la familia por Q100 mil.
"No la conocí, solo sé que era buena alumna. El (Edwin Vanegas) también intentó engañarme. Me pidió que fuera a la parte de atrás por una llave, pero yo no quise", relata Madelin, una niña de 11 años que está por terminar la primaria en esta escuela.
Mientras los niños aguardan a que empiecen de nuevo las clases, el Ministerio de Educación presta asistencia psicológica a los maestros, padres de familia a los niños.
"Vamos a involucrarlos en actividades lúdicas y refuerzos, para que luego pasen los exámenes", dijo Jannet Bran, directora general de Educación Especial del Ministerio de Educación.
Según indicó Bran, los niños regresarán a clases en la Escuela Marta Bolaños de Prado a partir del martes, luego de recibir clases de refuerzo y supervisión psicológica por parte del Ministerio.
